Todos los trámites catastrales que antes estaban bajo el manejo del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), empezaron a ser controlados desde este mes por la alcaldía de Cúcuta.

La fase de empalme entre el IGAC y la administración municipal finalizó esta semana y, en consecuencia, será el municipio quien se encargue de recibir todas las solicitudes en materia catastral de los cucuteños, con el fin de darles trámite oportuno, sin intermediarios.

Esta iniciativa se empezó a gestar en plena pandemia por parte del alcalde Jairo Yáñez, aprovechando la plataforma de que dispone la alcaldía y en un franco proceso para generar ahorro y recursos al municipio.

“La administración municipal se compromete a prestar un servicio público eficiente, transparente, cercano a los ciudadanos, sin intermediarios y con una atención oportuna”, precisó el mandatario local.

Los ciudadanos que necesiten realizar trámites relacionados con catastro como cambio de nombre, englobes, desenglobes, cambios de uso de suelo, entre otros, los cuales se presentaban por parte del IGAC, pueden presentarse ahora en la sede dispuesta para este fin en la Secretaría de Hacienda, ubicada en el Palacio Municipal, en el horario de las 7:00 a.m. a 11:30 p.m. y desde las 2:00 p.m. hasta las 6:00 p.m.

Sin embargo, esta sede será temporal, mientras se terminan de adecuar las instalaciones oficiales de esta dependencia. Una vez listas, se informarán a toda la comunidad.

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Por ahora, todas las dudas al respecto también podrán ser resueltas de manera virtual a través del correo catastro@alcaldiadecucuta.gov.co

Este servicio público permitirá facilitar la gestión y las decisiones público privadas y aprovechar el potencial tributario a partir de un catastro oportuno, confiable, interoperable, dijo Yáñez.

Lo que propuso el municipio en el documento técnico que le presentó al IGAC para que lo habilitara dentro de su plan de operación es que el próximo año el municipio tiene la obligación de actualizar el catastro, de ponerlo al día, arrancando por lo urbano y siguiendo por lo rural.

Pero, en paralelo, se tiene que  hacer un proceso continuo, que es la conservación del catastro, y esto tiene unas obligaciones: tomar lo que entrega el Igac, que es el rezago, es decir 2.448 solicitudes y trámites catastrales de vigencias anteriores sin resolver, frente a lo cual el municipio debe generar un plan de contingencia y dar las soluciones.

Para la actualización se tiene en la base catastral 234.000 predios que hoy aparecen en el catastro como predios urbanos, y unos 12.000 como predios rurales.
Las estimaciones que hizo el municipio a partir de analítica de fuentes secundarias de información dejan entrever que hay más de 23.000 predios nuevos que no están dentro de la base catastral.