Sacar los estudiantes de las aulas, que exploraran su entorno y buscaran soluciones a las necesidades de sus comunidades, fue el trabajo que durante tres años hicieron 150 instituciones educativas del departamento, a través del proyecto Enjambre y que dio como resultados 800 grupos de investigación.

María Alejandra Flórez, estudiante de Villa del Rosario, dijo que la experiencia de aprender investigando hizo mucho más atractivo el trabajo educativo.

Los estudiantes durante todo este proceso se apropiaron del uso de las tecnologías y así desarrollaron cada una de las ideas investigativas. Durante el proceso se hicieron 250 ferias de ciencia y tecnología en las que los estudiantes expusieron sus proyectos y el propósito de cada uno. 

Sandra Patricia Pacheco Guerrero, docente del colegio Eduardo Cote Lamus del municipio La Esperanza, dijo que “se generaron experiencias donde, a través de la tecnología, se construyeron nuevos conocimientos”. Además, “sacamos al estudiante del ambiente rutinario y el estudiantes nos mostró que eso es un buen incentivo”.

Marina Lozano, secretaria de las TIC de Norte de Santander, dijo que estos procesos han impactado positivamente la comunidad educativa en todo el departamento. 

“Los índices de investigación en los estudiantes eran muy bajos en el departamento. El trabajo que se ha venido haciendo ha permitido mejorar estos indicadores. Además, se logró cambiar el pensamiento de los estudiantes y los docentes”, dijo Lozano.

Todos los proyectos investigativos tendrán continuidad pues proponen dar una solución a una necesidad. Durante el proceso, varios fueron seleccionados para participar en ferias nacionales por su innovación. 

Margarita Boada, gerente del Enjambre, dijo que cada uno de los proyecto tiene un sentido especial, por todo el trabajo que hicieron los estudiantes y los docentes, pero reconoció que hay varios que fueron resaltados por su ingenio.

Estos son solo cuatro de los 800 grupos de investigación que se destacaron por su innovación.

Los académicos de Enjambre

Este grupo investigativo del colegio Provincial San José del municipio de Pamplona, investiga si efectivamente se obtiene una mejor zanahoria HYB Vanesa cuando se cultiva con abonos producidos por lombrices que comen productos de tierra caliente. Su meta es proporcionar una herramienta a los horticultores para que saquen  mejores zanahoria al mercado. Ellos tomaron como temática Ciencias de la Naturaleza. Los docentes a cargo de este grupo dijeron que a través de esta iniciativa los estudiantes han podido adquirir conocimientos científicos que han implementado en su proyectos.

Caza serpientes

El grupo de investigación Caza Serpientes del Centro Educativo Rural La Primavera del municipio de Cáchira, preocupado por la gran cantidad de accidentes que se presentan en el sector por mordedura de serpiente, decidieron hacer una investigación con el objetivo de diagnosticar y diseñar estrategias que permitan bajar los índices de accidentalidad de este tipo, a través de información y una buena comunicación con los habitantes del sector.

Los estudiantes lograron identificar las zonas de mayor concentración epidemiológica por riesgo ofídico, de acuerdo con la distribución de los casos, las tasas de incidencia y la sensibilidad de la población.

Acuarius

Los estudiantes del colegio Teodoro Gutiérrez Calderón, en el municipio de San Cayetano, crearon el grupo Acuarius con el propósito de concientizar a los turistas en el cuidado del medio ambiente. La idea nació luego de ver la cantidad de contaminación que había en los balnearios de la vereda Puente Zulia. Con los residuos sólidos que  recogieron hicieron ecoladrillos que luego utilizaron en un muro ecológico en el río Zulia. “Enseñamos a los visitantes a tener conciencia por el medio ambiente y respeto por el río”, dijo una de las estudiantes.

Imaginación verde

Los estudiantes del colegio Nuestra Señora de las Angustias, del municipio de Labateca, crearon el grupo de investigación Imaginación Verde, un proceso que vienen desarrollando la agricultura orgánica. Su objetivo es generar productos libres de trazas químicas, contribuyendo a una buena salud del consumidor y la preservación del medio ambiente, al utilizar hidrolatos, alelopatía y abonos orgánicos.

Karen Viviana Parada García y Lorena Valentina Parada Parada, estudiantes del grupo investigativo, dijeron que el proyecto les ha permitido estar más en contacto con su entorno y con los problemas de su comunidad.

“La producción agrícola limpia y ecológica es de suma importancia en el momento actual; ya que se puede competir con calidad de los productos en los mercados locales, regionales, nacionales e internacionales. Es una producción sostenible y sustentable en donde se utiliza al máximo los recursos del medio sin recurrir a costos exagerados”, dijeron los estudiantes.

Escuela Café

El grupo de investigación Escuela Café, del Centro Educativo Rural El Silencio, en el municipio de Cáchira, busca mejorar la calidad de vida de las familias y los estudiantes del municipio, principalmente, en la vereda El Silencio. Esta es una estrategia pedagógica basada en la realidad como soporte de la economía de esta zona cafetera, teniendo en cuenta su objetivo principal que es formar a los educandos con una visión empresarial o micro empresarial, donde se respeten los valores humanos y se oriente en los proyectos pedagógicos productivos, en este caso, la implementación del cultivo del café para hacerlos competentes. 

El grupo analizó las variedades de café con un resultado óptimo en su cosecha para un clima templado en el municipio de Cáchira. Los estudiantes buscaban fomentar el cultivo del café como fuente principal o alternativa de ingresos económicos. Desarrollar habilidades para mitigar los efectos graves de las plagas y enfermedades que se presentan en los cultivos de café.