No conocen de recetas médicas y poco saben de reanimación o de diagnóstico; sin embargo, hallaron  en la risa el mejor remedio para los enfermos.  

Hospiclown, conformado por 25 jóvenes estudiantes, profesionales y trabajadores independientes, es una fundación que halló en el humor una alternativa para mejorar la salud de la gente.

Aunque principalmente su trabajo está enfocado a los niños y personas que se encuentran enfermas en el hospital Erasmo Meoz y en la Unipamplona EPS, su terapia también va a los barrios pobres con la misión de enseñar lo importante que es prevenir enfermedades.

Usan batas, estetoscopios, otoscopios, tensiómetros y otros elementos de médico, pero también llevan narices de payaso, pelucas, zapatos de colores y otros accesorios que utilizan para lograr su objetivo: hacer reír.

Según Carlos Ramírez, presidente de Hospiclown, para hacer parte de este grupo, el interesado debe inscribirse y asistir a 12 talleres que en promedio duran tres meses, donde aprenden técnicas en expresión corporal, clown, teatro y otras técnicas para alentar la risa de los enfermos.

“Es muy gratificante ver la sonrisa de los niños. En el caso de los adultos, nos agradecen porque les damos un momento de entretenimiento y se les olvida por algunos minutos la enfermedad”, dijo Richard Cáceres, otro voluntario.

Martha González, una de las pacientes, señala que es divertido porque hablan y se rien  con las ocurrencias de María Esponja, Fresita, Rita, Holacho y Cosmos, los personajes más cómicos de la jornada teatral.