Mónica Marcela Méndez Serna, orgullosa cucuteña de nacimiento, es una joven de 20 años que cursa octavo semestre de Comunicación Social en la Universidad Francisco de Paula Santander, y, desde ya, se perfila como una investigadora hecha y derecha en el área internacional.

Cursaba bachillerato cuando, gracias los ejercicios de oratoria, discurso y comunicación escrita, sintió una inclinación especial por el área de humanidades, que la motivó a mejorar día a día como persona y a elegir la carrera profesional que hoy “estudia con todo su corazón”.

Son de su especial interés las áreas relacionadas con el cambio social y el lenguaje radiofónico. Además, en ella yace una inherente pasión por las letras.

Durante sus tiempos libres, uno de sus hobbies es redactar escritos románticos en un estilo poético, porque cree que en las letras se pueden plasmar sentimientos o emociones que muchas veces no son expresadas con el cuerpo o no son afirmadas con la boca.

Los cimientos en la academia

En una época más reciente, descubrió un nuevo gusto que la llevó a vivir una de sus experiencias más gratificantes en su desarrollo profesional: la investigación.

“Se lo debo a una materia que para muchos ha sido tediosa, pero que para mí significó gran parte de lo que soy y lo que pienso: metodología de la investigación. Desde lo profesional y académico, la considero el cimiento de todo”, expresó.

Gracias a esto, nació en ella poco a poco la iniciativa de ir más allá de lo que se ve e indagar con mayor profundidad cualitativa en lo que ocurre a su alrededor.

Así, llegó a ‘Imaginarios y representaciones sociales’, una electiva vista durante su séptimo semestre académico, donde el docente Jesús Ernesto Urbina, investigador de trayectoria académica, le asignó preparar un proyecto de aula sobre imaginarios urbanos.

Mónica Méndez analizó sus problemáticas más cercanas, y se decidió por el miedo urbano femenino en Cúcuta.

“Es una temática que por mucho tiempo ha sido invisibilizada. Ocurre, pero no se discierne. Por ende, el trabajo buscó conocer ese imaginario que las mujeres tienen sobre sus inseguridades al estar en espacios abiertos como la calle o el transporte público”, declaró.

Partiendo de esta premisa, Méndez indagó en cómo esto influye en los modos de actuar, pensar y relacionarse de las mujeres con los demás y cómo se amenaza su integridad o bienestar.

Consultó fuentes primarias que la ayudaron a ampliar el panorama. Fue un total de 12 mujeres quienes contaron sus historias de vida y experiencias, 10 de ellas estudiantes de pregrado y 2 profesionales.

La capitalización de la información fue con documentos, artículos de investigación, notas de medios de comunicación internacional, tesis de grado, maestrías, entre otros. A medida que avanzaba, recibía retroalimentación de Urbina.

Debutando en Iberoamérica

(La pandemia no fue impedimento para triunfar a nivel internacional. / Foto: Cortesía)

Una vez Urbina dio a conocer los resultados del proyecto de aula, felicitó a sus estudiantes por la calidad presentada y los instó a presentarlos en la convocatoria en curso de la Red Iberoamericana de Investigación en Imaginarios y Representaciones.

“En julio dije: enviémoslo, lo más malo que puede pasar es que me digan que no, pero dio la casualidad que recibí la respuesta en agosto, donde me decían que clasificaba a la siguiente ronda”, relató.

El trabajo de Méndez compitió junto otros 243 de representantes de España, Brasil, Argentina, México, Chile, entre otros países, con investigadores en nivel de maestría y doctorado.

En lo absoluto, no esperaba recibir el reconocimiento por el alto nivel que la convocatoria requería. Pero, para su sorpresa, Mónica Méndez cosechó los frutos de todo aquello que se hace con empeño, amor y dedicación.

Esto la motivó a prepararse aún más, porque ahora se presentaría en un simposio internacional, de manera virtual, donde debía exponer su investigación frente a eruditos que durante años han abordado el campo de conocimiento.

Y, sin importar que el encuentro se diera en el contexto de la pandemia, representó a Cúcuta y Norte de Santander con la frente en alto durante final de primer semestre del presente año.

Según Méndez, lo más importante de todo fue haber puesto en conocimiento de personalidades internacionales una problemática creciente en la ciudad que necesita ser atendida con urgencia, para brindar mayor seguridad a las mujeres cuando salen a la calle.

Nuevos horizontes

Gracias a la experiencia vivida que solo puede definir como “increíble”, recibió la oportunidad de participar un mes atrás, como complemento, en el Tercer Seminario Colombiano de Imaginarios y Representaciones; además, se ganó un espacio para el Primer Seminario Internacional impulsado por la misma organización.

Entre los reconocimientos, obtuvo un certificado de validación de la ponencia y la oportunidad de que su trabajo sea publicado como un capítulo de libro en una colección de ebooks académicos evaluados por Pares, bajo el sello editorial de la Red Iberoamericana de Academias de Investigación de Xalapa, Veracruz, México.

“Fue un logro muy alto para lo poco que llevo de mi carrera profesional. En ningún momento me imaginé que, a través de un trabajo de aula, terminara llegando a este nivel”, expresó.

Este proyecto le abrió puertas que no desea cerrar. Ahora, su visión es postularse como joven investigadora, como parte de un programa que ha venido implementando desde hace algunos años el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

También, espera articular los conocimientos adquiridos con su carrera de Comunicadora social, para seguir consultando e investigando sobre los fenómenos arraigados a nuestra sociedad.

(Según Méndez, el miedo urbano femenino es una problemática creciente que necesita ser visibilizada. / Foto: Pixabay)

Redacción
Ronaldo Medina.
Practicante de periodismo.