Con 1,86 metros de estatura y tan solo 25 años, para Andrés Pineda el autismo no es impedimento para soñar en grande. Al cucuteño le diagnosticaron esta condición, que se caracteriza por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, a los 4 años.

Desde que su familia supo de su condición, lo han apoyado y llevado a terapia constantemente, lo que le ha permitido superarse en varios aspectos de su vida.

Se graduó de bachiller en el 2012 obteniendo el mejor puntaje en las pruebas Saber 11° en inglés y física en el colegio Pablo Neruda, en el barrio La Victoria, luego estudió una tecnología en producción en multimedia, donde aprendió bases informáticas y de edición, entre otras habilidades.

Teniendo este conocimiento, decidió crear su propia emisora a través de una página web, llamada Tu Onda Stereo, y desde su trabajo transmite noticias de actualidad y música variada a la ciudadela Juan Atalaya, todas las tardes de lunes a viernes. 

Entre semana, trabaja como asistente administrativo en una empresa de impresoras; y sus fines de semana transcurren en una academia de actuación, donde fortalece su dicción para hablar mejor a través del micrófono. 

“Abrí mi canal de YouTube con el mismo nombre de mi emisora, allí subo bloopers de lo que vivo en la academia de actuación donde asisto y transmisiones de mi emisora. No sueño con ser famoso, pero si al menos ser reconocido”, expresó con orgullo Pineda.

El cucuteño es puntual en todos los eventos y disciplinado en sus oficios. Le gusta leer y mantenerse informado. Su último logro académico fue el graduarse en secretariado bilingüe. Le apasiona el inglés y se desempeña muy bien en el segundo idioma.

Además de los estudios en producción multimedia, hablar inglés, trabajar, ser actor los fines de semana y crear contenido para su emisora y canal de YouTube, también le queda tiempo para el amor, pues este año cumple dos años de noviazgo con Diana Karina Angarita, quien dice ser su mayor apoyo en todo lo que desempeña.

“No me siento mal si alguien me rechaza, prefiero disfrutar los momentos de quienes me aceptan. Ser autista me ha dado más logros que dificultades. Lo único que me incomoda son las busetas y taxis, que por mi gran estatura debo encorvarme un poco”, dice Andrés riendo al recordar su incomodidad en el  transporte público.

Carlos Escalante | Practicante de periodismo