Las cartas dirigidas a la Alcaldía por los líderes de La Ínsula y de García Herreros en los últimos 15 años tienen algo en común: implorar para que arreglen las calles.

Los dos barrios son de la comuna 6 y colindan con la Central de abastos de Cúcuta (Cenabastos), a donde llegan en promedio 12 mil vehículos diarios, en su mayoría de carga pesada.

Esta última, asegura Wilson Casadiegos, es la principal causa del deterioro de la malla vial de ambos barrios, “pues no todos los vehículos ingresan al centro de acopio por el Anillo Vial, sino que eligen nuestras calles para movilizarse”.

Otra causa son los reiterados daños de las tuberías de acueducto, que  mantienen inundadas y deterioradas las calles.

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El último daño en una tubería se produjo en la calle 2 con avenida 5 (La Ínsula), y se mantuvso sin reparar por 10 días, lo que agudizó el daño de la malla vial, según la vecina María Eugenia Gómez.

“Siempre que llamábamos a Aguas Kpital nos prometían que vendrían a reparar el tubo, pero no lo hacían”, dijo la mujer.

El daño fue reparado el miércoles en la tarde.

(Calle principal de La Ínsula.)

Frente a esta anomalía, el concejal Oliverio Castellanos anunció que convocará al gerente de Aguas Kpital a un control político para que explique las razones de tanta demora para reparar las tuberías. 

La calle 15 entre avenidas 2 y 8, en el barrio García Herreros, es una muestra palpable de la desidia que han tenido los distintos gobiernos con esta comunidad.  

“Con razón, no todas las empresas de buses urbanos envían vehículos a Cenabastos (solo lo hacen cuatro de las 15 que operan en la ciudad), debido al deplorable estado que presentan las vías”, dijo el líder Luis Alfredo Rincón, quien aseguró que ante la negligencia de la Alcaldía, a los vecinos les ha tocado por su cuenta reparar algunos huecos.

En este mismo sector, la calle 13 con avenida 2, está una de las calles más deterioradas. Sus vecinos atribuyen el daño de la carpeta asfáltica, que hace rato desapareció, no solo al olvido de la Alcaldía, sino a que cuando fue construida quedó desnivelada y por ello, cada vez que llueve, se convierte en un arroyo y las casas se inundan.

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Timoleón Contreras, líder comunal del sector, denunció además que todos los declives de las aguas lluvias de Cenabastos vierten a esta calle de García Hereros.

“El problema lo tenemos hace rato y nunca nos han prestado atención”, dijo Contreras.

La Alcaldía les respondió ayer a los líderes: este año quedarán reparadas las vías mediante el programa Comunidad-Gobierno, dijo un vocero.

“Amanecerá y veremos”, dijeron los vecinos de los dos barrios, al recordar que eso mismo les prometieron en las administraciones de María Eugenia Riascos y Donamaris Ramírez Lobo.