Los gritos de unas 60 mujeres se hicieron sentir este domingo en la mañana en Cenabastos, exigiendo el derecho a trabajar en esa central mayorista de Cúcuta como vendedoras de tinto.

La mayoría son migrantes venezolanas, que tienen en los termos que arrastran en un pequeño carro o llevan bajo el brazo, su medio de sustento, con el que se procuran una ganancia de $25.000 en promedio.

Sin embargo, este nuevo año para ellas no ha sido fácil, porque dicen que les están restringiendo el ingreso a las instalaciones donde desde la madrugada se dan cita los transportadores de los productos perecederos que allí se comercializan, los propietarios de los negocios y los compradores finales, todos ellos sus clientes potenciales.

La especie de ‘guarimba’ que armaron, recordando las protestas en su país de origen, buscaba llamar la atención de las autoridades colombianas y de la directiva de Cenabastos, sobre lo importante que es para ellas mantenerse en ese trabajo “porque no tenemos otra manera de llevarles comida a nuestros hijos”, según lo expresado.

Explicaron que ellas pagan $7 mil semanales para poder trabajar, lo que no ha sido problema para ellas, pero que ahora les están exigiendo que deben obtener un carné para permanecer dentro de las instalaciones de Cenabastos, previa entrega de una serie de documentos como el Permiso especial de Permanencia (PEP) vigente y el pasaporte con el sello de ingreso al país de Migración  Colombia.

“El PEP no lo podemos entregar vigente porque fue expedido hace dos años  y aún no está habilitada la página para renovarlo y muchas no tenemos pasaporte, por lo que no es fácil cumplir con lo que no están pidiendo”, se les escuchó decir.

“Nos dicen que esto es un proceso demorado, porque están estudiando cada uno de los casos para poder otorgar el carné, pero nosotras somos más de 60 madres solteras, que necesitamos trabajar cada día para mantener nuestra familia”, dijo una de las afectadas.

La administración responde 

Wolgfan Ochoa Ramírez, administrador de Cenabastos, dijo que las medidas que se están adoptando respecto a los vendedores informales lo que buscan es poner un poco de orden, revisar mediante las autoridades los antecedentes de esas personas que están llegando a trabajar, establecer si el Permiso Especial de Permanencia está en orden y no se trata de un documento escaneado, falso y sin ninguna validez, “lo que debe determinar la autoridad competente”.

 Agregó, que en diciembre pasado les informaron a las vendedoras de tintos y otros productos que desde enero se iba a expedir un carné, solicitando para ello la documentación legal de permanencia en el país, medida que fue tomada por la directiva ante la proliferación de hurtos y otras situaciones anómalas que se han registrado al interior de Cenabastos.

“Eso nos ayuda a controlar la parte de vigilancia, de seguridad, al saber quiénes son, de dónde vienen, qué hacen, dónde residen en la ciudad, para tranquilidad de los propietarios de los locales y los clientes”, detalló.