El ingeniero Oswaldo Grajales habla de las obras que está ejecutando la Administración Municipal desde su despacho.

Ingeniero civil egresado de la Universidad Gran Colombia, con especialización en gestión de proyectos, Oswaldo Grajales ha estado vinculado a la Secretaría de Infraestructura del Municipio de Cúcuta  desde el comienzo del período del alcalde Donamaris Ramírez. Primero como subsecretario de ese despacho y desde diciembre de 2012 como secretario titular  del mismo. Es conocedor directo de lo que  se está ejecutando en obras.
 

De las obras del municipio en este período, la extensión del Canal Bogotá es una de las más importantes. ¿Qué le aporta al desarrollo de la ciudad?

Esa obra, la cual tiene una inversión de $ 16.000 millones, y  se extiende de la avenida Libertadores hasta el Anillo vial, hará posible la descontaminación total de esa área y el revestimiento en concreto de sus predios. Consolida, además, el desarrollo urbanístico por la recuperación de la margen derecha de Niza y de la izquierda que incluye a Cenabastos y cuanto está paralelo en ese entorno. Se extiende no solo el canal  sino también las vías.  Se le dará acceso a las urbanizaciones que están ejecutando las empresas constructoras en el sector, lo cual permitirá mejorar mucho más la calidad de vida de sus habitantes.

¿Está asegurada su terminación?

-El proyecto en este momento tiene un desequilibrio económico alrededor de $ 12.000 millones. Quiero decir que no lo vamos a terminar. Inicialmente estaba previsto construir 1.330 metros pero solo se alcanzan a ejecutar 830  dado que las condiciones geométricas del hueco natural del canal han cambiado por efectos de las lluvias. Antes eran excavaciones y ahora son rellenos, lo cual nos ha incrementado los costos. El Municipio con el acompañamiento de Aguas Kpital ha hecho un esfuerzo muy grande en mandar el colector de aguas negras paralelo para descontaminar el canal, obra no prevista, pero va a quedar descontaminado y limpio como debe ser, solo para el tránsito de aguas lluvias.

La otra obra es el Canal de la Chivera. ¿Cuáles son sus proporciones y qué función tendrá?

La obra del Canal Chivera es muy importante para el desarrollo de la comuna 4, toda esa zona de Libertad y Torcoroma. Tendrá inversión de $ 3.500 millones.  El Municipio  ha invertido  recursos propios por valor de $ 1.500 millones  y cuenta con  la cofinanciación del Ministerio de Vivienda, para el apalancamiento y la terminación de la fase 1, que es hasta la Demetrio Mendoza. Estamos desarrollando con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, la fase 2, que tiene un costo de $ 6.300 millones. Va desde la Demetrio Mendoza hasta el río Pamplonita. Hará posible todo el manejo de aguas lluvias de ese sector hasta Prados del Este y la Gazapa, con desagüe de buena parte de ese canal y las vías longitudinales paralelas. Desarrollará la zona de Villa Camila, que ha representado un problema crónico durante mucho tiempo. Aspiramos a que se termine en diciembre de 2013.

¿Cómo está el inventario del deterioro de la malla vial de Cúcuta en estos momentos?

La malla vial tiene un deterioro absoluto. Ha soportado dos olas in vernales, que son las del 2010  y  2011. Su recuperación se ha calculado en un  billón de pesos. El año pasado se invirtieron $ 17.000 millones en contratos de recuperación y $ 15.000 millones en la terminación del puente  La Gazapa. Este años se van a invertir $ 67.000 millones, que son los $ 40.000.000.000 del empréstito ya aprobado, del cual nos entregarán $ 20.000.000.000, más $ 10.000.000.000 conseguidos con el Ministerio de Transporte para la vía Panamericana y $ 17.000.000,000 de contratación en este momento. ¿Qué pretendemos? Rehabilitación total y mantenimiento. Se ha trabajado en varios sectores: uno es el centro de la ciudad, con mejoramiento de la movilidad. El otro sector son las comunas, en los ejes de transporte público, de los establecimientos de educación, de las iglesias de todos los credos y de los puestos de salud. Con los $ 40.000 millones aspiramos  recuperar 60 kilómetros de los 1.300 que tiene la ciudad, 16 de los cuales están concesionados a San Simón. Se busca  elevar la movilidad.

Si se aprueba el plan de trasporte masivo del cual se ha venido hablando, ¿Cúcuta tendría suficientes vías para su operación?

Como está planteado en este momento, sí. ¿Qué nos facilitaría el transporte masivo?  Retiraríamos  alrededor de 2.400 lechuzas en mal estado rodando por la malla vial de la ciudad. Se pondría en marcha un sistema combinado, adecuado a las vías que tenemos. Habría que hacer el tercer carril de la Diagonal Santander. El resto de vías las asumimos y las podemos ejecutar. Necesitamos unas rutas alimentadoras buenas. Sobre esto tenemos muchas esperanzas y ojalá lo hagamos en esta administración. Hay otras obras pendientes: la solución vial de la redoma de la Terminal, la redoma de Rumichaca y el puente de San Rafael. Hay que resolver las diferencias que se tienen con el concesionario San Simón. Y en definitiva, la ampliación de la Diagonal Santander es la solución para la implementación del trasporte masivo.

Está pendiente la nueva terminal de transporte. ¿En qué van los líos que han impedido que este proyecto se haga efectivo?

Hemos estado buscando la conciliación. Los concesionarios, los contratistas y los propietarios han solicitado un tiempo. Alegan que han invertido $ 62.000 millones en lo que se ha hecho, pero hemos llegado a la conclusión de que esa cifra no es real. Ahora piden un plazo para conseguir los recursos adicionales requeridos. Los trabajos estarían reactivándose en noviembre de este año y que en año y medio la obra queda terminada y la nueva central entra en funcionamiento.

¿Cómo están las vías del municipio de Cúcuta en el área rural?

Si no contamos con presupuesto para  la malla vial urbana, resulta difícil atender el área rural a cargo del Municipio. Las vías  inscritas en la red terciaria son medianamente intervenidas con inversiones de $ 500 y hasta $ 800 millones anualmente, dependiendo del flujo de recursos de Invías. En estos momentos están Banco de Arenas-Vigilancia-La Punta y otras, pero en un 80 por ciento la situación es precaria.

¿Qué competencia tiene su despacho en la conservación de la infraestructura para la educación?

Este despacho supervisa y ejecuta las obras conjuntamente con la Secretaría de educación. Por gestión  del Alcalde se consiguieron $ 34.000 millones  y se están ejecutando $ 20.000 millones en  cincuenta sedes educativas, pero queremos trabajar con criterio de prioridad.

¿Por qué se contrató con constructores de Sucre la recuperación de una sede educativa de Cúcuta?

Nosotros hacemos solamente la supervisión. Los recursos son nacionales. Por lo tanto la contratación se decide en esa instancia. Es una licitación abierta para todo el país.

¿Cómo ve a futuro la malla vial de Cúcuta, tomando en cuenta que este es un municipio pobre, como usted lo plantea?

Es necesario despojarse de intereses particulares, personales, políticos, y entender que todos somos Cúcuta. Y la única forma de sacar adelante esta ciudad es jugándole limpio. Hay que aunar esfuerzos. Hay que tributar aquí a fin de poder contar con los recursos que permitan la conservación y el desarrollo de la malla vial.

¿Juan Atalaya está subatendida en cuanto a infraestructura?

Las inversiones que hemos hecho en Kennedy, La Victoria, Natilán, suman $ 9.000 millones. Hemos ejecutado obras en toda la paralela de la comuna 8, o sea, la margen izquierda de la  autopista Atalaya. Están previstas nuevas inversiones: $ 2.500 millones en la avenida Ceci. Los desarrollos en vivienda y otras obras en ese mismo sector son importantes en cuanto a destinación de recursos. Entonces no se puede decir que hay subestimación respecto a la atención a la población de esa zona de la ciudad.

¿Se va a acertar en la recuperación y los nuevos desarrollos del Malecón?

En 20 años no se ha hecho una inversión tan cuantiosa como lo que está prevista.  Se necesita recuperar ese ícono de la ciudad, incluyendo el río Pamplonita. Hay que ejecutar las obras conforme se han planificado. Y hay que acertar.

¿Está en riesgo el proyecto del Centro de Convenciones por las situaciones surgidas alrededor de la licitación?

Creo que se han superado los malos entendidos y estoy seguro que  ese proyecto saldrá adelante. Debemos unirnos para defenderlo. Además, están asegurados los recursos para su financiación.

Hay quienes tienen ciertas reservas sobre la calidad de las obras en asfalto. ¿Cuál es el problema?

Concretamente,  sobre asfalto en frío. La Alcaldía tiene una estrategia que aplica a través de una patrulla tapahuecos. El producto que utilizan es de origen americano. Es un asfalto hecho en caliente y aplicado en frío, con polímero que articula las partículas. Es más costoso que el asfalto en caliente. Por eso no lo aplicamos en grandes superficies. Lo utilizamos para atacar el cáncer que le genera a la carpeta el huequito que se va abriendo  y que deteriora las vías. Es lo que atacamos. Es un asfalto de alta resistencia, adecuado a los efectos de la ola invernal. No es un asfalto de reciclaje o de desecho. La idea del Alcalde es tener ese recurso para garantizar la conservación de las vías.