“Si no hay un acto de responsabilidad, especialmente de los tomadores de decisiones, no se sabe dónde va a terminar este odio contra de los venezolanos”.

Así, el director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, manifestó su preocupación por los ataques contra los inmigrantes, “con una violencia y agresividad que no nace ahora”.

Según Cañizares, “esto viene hace meses, por redes y medios de comunicación cuyo ataque permanente a todo lo que sea de Venezuela ha ido sembrando odio”.

Agregó que se generó daño con publicaciones que, se cree, atacan al gobierno venezolano, pero en realidad perjudican al inmigrante.

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“Somos una frontera que toda la vida se ha beneficiado mutuamente, y preocupa que esa violencia, que también ocurrió en Venezuela contra los colombianos, retorne”, afirmó.

Por su parte, el concejal Jaime Marthey declaró que los hechos recientes no son xenofobia, “sino la prueba de la desesperación de los ciudadanos cucuteños ante la falta de acción del Estado”.

“Si los cucuteños vieran que los venezolanos son atendidos, no se opondrían, pero ante la mala convivencia en los barrios, la gente se tiene que manifestar”, aseveró. “Nos preocupa que, en determinado momento, la situación termine mal; como he dicho, estamos ante una bomba de tiempo y lo ocurrido es solo la primera chispa”.

Así mismo, dijo que la “omisión” del Gobierno Nacional propicia estas acciones, y que mientras la clase dirigente “ha hecho presión, el Gobierno Nacional mira plácidamente los toros desde la barrera”.