El impulso con el que el alcalde Donamaris Ramírez comenzó el desmonte de 22 antenas de telefonía celular en Cúcuta se frenó.

El alcalde prometió a los vecinos de estas antenas, que se encuentran regadas por diferentes zonas residenciales, desmontarlas porque no cumplen con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).

Sin embargo, un año después todo fue una ilusión. Alfonso Ramírez, del barrio La Libertad, asegura que estos artefactos siguen instalados y generando malestar.

“Si bien nos han dicho que no se ha comprobado que las antenas nos dañen la salud, tampoco hay quien compruebe que no la dañan, por eso preferimos que se las lleven a otro lado”, dijo.

Según la secretaria de Gobierno, Adelaida Ontiveros, el alcalde sigue comprometido en el tema, “incluso ha puyado para que los procedimientos se hagan”.

Según Ontiveros, ya hay 20 resoluciones en firme para el desmonte de igual número de antenas ilegales; sin embargo, las empresas de telefonía apelaron.

“Se está agotando el recurso de apelación y el proceso se encuentra en jurídica. Nuestro inspector de control urbano, Édgar Rozo, está pendiente de que se resuelva la apelación”, indicó.

Ontiveros dijo que este año debe quedar en firme la resolución y de inmediato se dispondrá de los elementos y el personal necesario para reiniciar los procesos de desmonte.

“Debemos retirar las antenas porque el POT es claro y no las permite en las zonas residenciales”, dijo la funcionaria.

Las autoridades indicaron que cesaron las quejas por la instalación ilegal porque la gente ya sabe que esta actividad no es permitida.

En Cúcuta pueden haber instaladas más de 100 antenas, sin embargo la alcaldía tiene en la mira 16 zonas donde 23 de estos elementos fueron instalados hace varias décadas ilegalmente.

Los barrios donde más reportan quejas por antenas ilegales son Guaimaral, Atalaya, La Merced, La Libertad y Alfonso López.

Solo una antena de telefonía fue desmantelada.