Al gremio de bares en Cúcuta se le empezó a perder el norte desde principios de noviembre.
Establecimientos nocturnos siguen en desacuerdo con los decretos
La Asociación de Bares de Norte Santander (Asobares) vuelve a rechazar e indignarse por los toques de queda relacionados con el cese de actividad nocturna emitidos en los últimos decretos. Sostienen que aún están siendo “satanizados y tildados de ser foco epidemiológico” a pesar de los cierres a la medianoche.
Los afectados afirman ser el único sector económico sin tregua y que están totalmente censurados, porque los horarios de cierre comprenden la apertura de sus negocios, que evidentemente les impide laborar.
Al gremio de bares en Cúcuta se le empezó a perder el norte desde principios de noviembre, cuando los establecimientos podían brindar su servicio solo hasta la medianoche bajo estrictos protocolos de bioseguridad.
Luego, el servicio al cliente se convirtió en un ‘efecto acordeón’, es decir, abrían y cerraban, sin embargo, al inicio de diciembre los bares y restaurantes continuaron funcionando bajo los planes piloto hasta que los contagios por la COVID-19 se dispararon.
Lea aquí: El 2021 será recibido en medio de restricciones
Por lo tanto, las autoridades decidieron decretar toque de queda en todo Norte de Santander desde el 12 hasta el 20 de diciembre a partir de las 8:00 de la noche, hasta las 5 de la madrugada, del día siguiente. Medida que se modificó desde el 21 de diciembre, adelantando una hora más el toque de queda, es decir desde las 7:00 de la noche.
Añadido a esto, ley seca (prohibición de consumo y ventas de bebidas alcohólicas), que hasta la fecha, no se ha levantado, situación que aqueja y preocupa a este sector comercial.
Según Eduardo Quintero, presidente de Asobares Cúcuta, desde las últimas medidas tomadas, los bares, restaurantes, discotecas y gastrobares cumplen un mes de estar fuera del comercio.
Sin embargo, los boletines epidemiológicos siguen por las nubes, esto, según Quintero representa un punto a su favor, por lo que comenta que ellos “no son los mayores incidentes en la propagación del virus, así que con las normas de bioseguridad, igual que otros establecimientos, deberían dejarnos trabajar”.
Por otro lado, Sergio Maldonado, secretario de Desarrollo Social y Económico de Cúcuta, detalló que la decisión del cierre de los lugares nocturnos no está vinculada únicamente con el contagio, sino que está asociado a los niveles de accidentalidad derivados del ocio de la noche.
Esto en relación al consumo de bebidas alcohólicas y la conducción automovilística, que genera un incremento en accidentes y con ello una alta ocupación de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en la ciudad. También problemas por riñas.
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