Ninguna autoridad, excepto la Personería, le ha puesto cuidado al problema social de violencia que sufre la escuela Cerro Norte, sede el colegio San Bartolomé, desmantelada por la propia comunidad.

Así lo informó la rectora de la institución educativa, quien prefirió no decir su nombre porque asegura que una banda criminal no quiere que más maestros vayan a la zona. 

“Nadie nos dice qué va a pasar con la escuela, qué posibilidades hay de que vuelvan los niños y los maestros”, señaló la funcionaria, quien sacó un portafolio con más de 10 derechos de petición sin contestar, enviados desde el 25 de enero a todas las entidades. 

Según la maestra, 6 maestros fueron amenazados de muerte. “Un encapuchado entró el año pasado a la escuela con un arma de fuego y luego de que robó amenazó a la profesora, y nadie dice nada. Otro día los sacaron del barrio”.

La Opinión entrevistó a dos estudiantes que señalaron que la misma comunidad hurtó las cosas que había, y que son dos hombres muy conocidos en ese sector, los que luego de consumir drogas amenazaron a sus maestros. 

Según la comunidad de Cerro Norte, una mujer que tenía las llaves del colegio se prestó para que de la escuela se robaran sillas, mesas, cableado, internet y cuanto elemento de valor había en la institución educativa. 

Actualmente, los 150 niños que estudiaban en la escuela de Cerro Norte se repartieron en el colegio Luis Pérez Escalante y otros fueron al San Bastolomé, que queda a distancia lejana de sus casas. 

“Tenemos unos 30 niños de los que no volvimos a saber, porque no están matriculados ni aquí ni tampoco en el otro colegio”, señaló el cuerpo docente. 

La alcaldía dijo que se recuperará la sede, pero luego de que se realice el plan de desarrollo.

*La Opinión