En por lo menos dos semanas los 330 estudiantes de la escuela Juan Bautista Scalabrini, en la comuna 7,  podrán recibir clases en un ambiente más seguro luego de que la red Scalabriniana de atención y mejora a la educación invirtiera en la construcción del encerramiento de la sede educativa.

Francesco Bortignon, rector de la institución, dijo que con recursos propios se inició el encerramiento luego de 16 años de dictando clases en un lote abierto.

En los últimos dos años le colegio había sido robado en tres ocasiones porque como no tenía encerramiento ni vigilancia cualquiera podía entrar y salir de él sin ningún inconveniente. Los ladrones se llevaron balones, micrófonos y grabadoras.

Incluso, en agosto pasado los ladrones irrumpieron en el comedor escolar y se llevaron todo lo que encontraron en la despensa dejando a 250 niños sin merienda.

Pese a que en repetidas oportunidades las directivas escolares  acudieron a la solidaridad de la empresa privada y el municipio no recibieron respuesta alguna.

Según el rector, además de mejorar la seguridad de la comunidad estudiantil el proyecto permitió emplear por un par de semanas a padres de familias víctimas del conflicto que habitan en la zona, quienes se  encargaron de construir los muros e instalar las mallas de protección.

“Durante muchos años vivimos entre lo sencillo y lo confiado porque no teníamos los recursos suficientes para levantar los muros de encerramiento. Tuvimos que soportar robos y otros peligros y en respeto a la seguridad de nuestros niños pudimos conseguir esta obra”, explicó Bortignon.

Los padres de familia se mostraron bastante satisfechos con la medida, pues alegan que no se sentían seguros con las condiciones en las que sus hijos tenían que asistir a clase porque algunos salían a la calle en el recreo.

La Opinión