Los habitantes de las urbanizaciones que se construyeron a lo largo del anillo vial se enfrentan a diario a la muerte cada vez que deben movilizarse hacia cualquier lugar de la ciudad.

Son muchos los peligros que acechan a los vecinos, pero en especial tienen que ver con las altas velocidades que desarrollan los conductores, que en algunos casos sobrepasa los 120 kilómetros por hora. Pero también la ausencia de señalización y de reductores de velocidad en las intersecciones que dan ingreso a las urbanizaciones representa una amenaza permanente para las comunidades, en especial para los niños y adultos mayores.

En el reciente control político al secretario de Tránsito, Jorge Mayid Gene Beltrán, un aspecto en el que se insistió bastante fue en mejorar las condiciones de movilidad en distintos sectores de la ciudad, en especial en esta arteria vial, dada la alta accidentalidad que históricamente se ha registrado  y por donde se desplaza la carga pesada y el flujo automotor que se dirige a los distintos municipios del área metropolitana.

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Un hecho que puso sobre el tapete lo arriesgado que representa para los vecinos de los barrios movilizarse por esta vía fue el fatal accidente que se produjo el 26 de febrero a mediodía en la intersección que conecta con el barrio Simón Bolívar.

Allí, una niña de cinco años perdió la vida al ser embestida por una volqueta cuando pretendió cruzar la canzada para llegar a su casa en el citado barrio.

En el lugar, según denunció la comunidad, no hay reductores de velocidad, señalización ni alumbrado público. “Nos movemos acompañados solo por Dios porque de noche el anillo queda en tinieblas”, dijo Jorge Velandia, vecino de Simón Bolívar.

Atendiendo el llamado, ayer, el secretario de Tránsito y el concejal Oliverio Castellanos recorrieron el anillo vial para hacer una evaluación conjunta sobre los riesgos y las soluciones que se necesitan dar para hacer segura la movilidad por esta vía.

Urbanizaciones como Los Arrayanes, Ciudad Rodeo, San Fernando del Rodeo, Estoraques, Parques de Bolívar, Cormoranes, Hibiscos Ciudadela de Las Flores, entre otros, hacen parte de los sectores afectados y en los que las autoridades municipales deberán dar las soluciones.

Castellanos dijo que la valoración que se hizo se enfocó en necesidades inminentes como señalización, reductores de velocidad y alumbrado público. 

Sobre esta última necesidad, el munícipe dijo que con el Consorcio Alumbrado Público San José de Cúcuta se practicó una visita días atrás y quedó en la agenda priorizar el servicio en aquellos puntos críticos en los que se han presentado accidentes fatales, como el tramo que une con Simón Bolívar y Los Arrayanes.

Dijo que una petición que se elevó a la alcaldía está relacionada con la construcción de al menos dos puentes peatonales para evitar que los niños y adultos mayores crucen el anillo vial en medio del peligro.

Tras la inspección al anillo vial, el Secretario de Tránsito indicó que es urgente emprender acciones para hacer más segura la movilidad, dado que este corredor vial es de altas velocidades y se requiere de medidas de prevención para que los conductores conozcan sobre la presencia de gente y de barrios.

Lo primero que se hará es verificar si la vía está concesionada y si es nacional, una vez hecho esto se entrará a evaluar con los técnicos de Tránsito las soluciones que se les va a ofrecer a los usuarios del anillo vial. “Se habla de reductores de velocidad, señalización y alumbrado, todo esto se evaluará y serán los estudios los que arrojen que es lo que se debe hacer en el menor tiempo posible”, dijo Gene.

 El anillo vial no cuenta con señalización para alertar a los conductores de la entrada y salida de los barrios, ni sobre la movilización de niños. Tampoco cuenta con reductores de velocidad y alumbrado público.