El plan de fusionar los colegios Municipal e Inem con el Mercedes Ábrego y el Instituto Técnico Nacional de Comercio encendió aún más los ánimos de papás, estudiantes, profesores y rectores, quienes protagonizaron enérgicas protestas en las calles de Cúcuta para exigirle al alcalde reversar tal medida.

La sola noticia ha causado tal impacto en la ciudad, que los mismos afectados, los estudiantes, aseguran que la fusión no es otra cosa que un desplazamiento disfrazado al que los van a someter.

Dentro de la protesta corrieron rumores también de que detrás de la fusión se escondían intereses comerciales que terminarían con la venta de al menos dos sedes: el Instituto Nacional de Comercio y Mercedes Ábrego.

Recordaron algunos que en 2007 ocurrió una situación similar, cuando el alcalde Ramiro Suárez intentó vender el Instituto Técnico de Comercio, para un centro comercial. Por ello fue suspendido tres meses por la Procuraduría.

Esta vez, la venta fue negada de plano por el alcalde César Rojas, quién aseguró que no son ciertas las versiones callejeras, “porque no se ha tomado ninguna decisión sobre la fusión ni sobre cómo van a quedar los colegios” (ver recuadro).

El rector del Inem, Alberto Rosas señaló que su comunidad educativa está en contra del plan de fusión. “Esto es más fruto  de la sorpresa y la improvisación que de la concertación; nunca hubo una mesa de trabajo para analizar debilidades y fortalezas”.

La rectora del colegio Mercedes Ábrego, Gloria Teresa Sepúlveda, dijo estar de acuerdo con el cambio y dijo que ha velado por la situación de su comunidad educativa, la cual corre riesgos por la vieja infraestructura en la que se alojan sus estudiantes. 

Contra Sepúlveda circularon volantes, en los que sus compañeros docentes y la comunidad educativa le recriminan su actitud frente a la situación, pues dicen que la rectora tiene pretensiones de quedarse con el Municipal, atentando contra su institucionalidad. 

“Sabemos que su institución goza de una reconocida imagen por cuenta de la Excelencia Educativa en los resultados de las pruebas Saber 11, pero eso no le da derecho de acabar con las instituciones de mayor historia”, dice un mensaje a la rectora. 

Sepúlveda, quien ahora está en el centro de la discordia, respondió a sus detractores que no fue de ella la decisión de trasladar el colegio Mercedes Ábrego al Municipal, sino que es una decisión del alcalde, César Rojas, luego de un estudio de la secretaría de Educación. 

Además, resaltó que el alcalde se comprometió a invertir 1.000 millones de pesos en cada sede, con el propósito de mejorar la calidad educativa. 

Que los estudiantes se trasladen de colegio es una decisión que tocó las fibras y los sentimientos de todos los estudiantes y docentes, quienes a viva voz le gritaron al alcalde, desde el parque Santander, que su idea tiene propósitos comerciales y no educativos. 

El presidente gremial del magisterio, Hugo Cárdenas, dijo que sería inaceptable que el alcalde haga todo este traslado de sedes para vender los edificios de los colegios Nacional de Comercio y Mercedes Ábrego.

‘No se venderán colegios’

En cuanto tiene que ver con la sede del Mercedes Ábrego, allí seguirán 700 estudiantes a los que hoy les presta el servicio el colegio Salesiano. Esto, en virtud de que las directivas están haciendo exigencias económicas muy altas que se salen de la capacidad de la administración municipal, y además condiciona que el año entrante solo va a recibir 500 alumnos.

La decisión es que en la sede del Mercedes Ábrego funcione un colegio con razón social diferente.

Entonces no es cierto que la sede del Mercedes Ábrego se vaya a vender, como tampoco es cierto que se vaya a vender ninguna otra sede educativa.

Se está evaluando que el Mercedes no vaya al Inem sino al Casd, y que quede la sede de este primer plantel. Eso se decidirá esta semana. 

Tampoco se va a vender la sede del Nacional de Comercio. A esa sede pasaran las oficinas de la secretaría de Educación municipal, que hoy paga arriendo a Ifinorte por unos 8 millones de pesos mensuales.