Aunque la Alcaldía de Cúcuta expidió a través del decreto 0231 la medida especial sectorizada para los barrios de Motilones y Comuneros en donde se restringía la libre circulación de vehículos y personas desde las 00:00 horas de este jueves, vecinos de la comuna 7 aseguraron que el encierro obligatorio no se cumplió en su totalidad. 

La Opinión consultó con varios líderes barriales de la comuna 7, los cuales explicaron que, si bien es cierto que la Secretaría de Salud llevó a cabo los cercos epidemiológicos por algunas calles y avenidas, todo transcurrió en desobediencia, pues las personas continuaron incumpliendo los protocolos de bioseguridad. 

Con respecto al llamado de la comunidad, David Fajardo, secretario (e) de Salud de Cúcuta, explicó que, en esta ocasión, al ser barrios tan grandes, era imposible cerrarlos completamente. 

“Si se implementaba seguridad en todo el sector, el resto de ciudad se quedaba sin pie de fuerza. Teniendo en cuenta que estos barrios tienen casi 20 entradas por cada lado. Es decir, no íbamos ni hicimos un cierre físico como tal, sino unos controles específicos en ciertos puntos por parte de la fuerza pública, así como protección de salud y revisión de protocolos”, dijo Fajardo. 

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De acuerdo con las acciones efectuadas, en Motilones se practicaron 727 pruebas de tamizaje, de las cuales, a 9 personas se les inició una Investigación Epidemiológica de Campo (IEC), pues según la sintomatología presentada, son sospechosos de portar el COVID-19. 

Se visitaron 263 viviendas, entre ellas, 170 se reportaron como casas efectivas, es decir, atendieron al personal de la salud, mientras que en 93 hogares no hubo respuesta. Adicional a esto, también se revisaron los protocolos de bioseguridad en 18 locales comerciales de Motilones. 

(La Secretaría de Salud practicó 1.243 pruebas de tamizaje entre los dos sectores. Durante viernes, sábado y domingo continuarán con las intervenciones.)

Para Comuneros, fueron 516 tamizaciones y a 10 personas se les aplicó la IEC. Se logró llegar a 195 casas, entre ellas 116 fueron efectivas, mientras que las 79 restantes se calificaron como no efectivas, en este sector se intervinieron 17 locales. 

“Solo cerraron algunas calles” 

Jorge Fuentes, presidente de Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Motilones, manifestó su inconformidad por  las actividades que llevó a cabo la administración municipal durante el primer día de cierre en su sector. 

“Cerraron solamente dos avenidas, pero dejaron abiertas las otras y pues las personas están como cualquier día. Los controles no se están llevando a cabo como dijo la alcaldía y es una de las quejas que tengo, porque supuestamente iba a haber un puesto de control y tampoco”, mencionó Fuentes. 
El dignatario sostuvo que las autoridades hicieron presencia en algunas partes, pero en otras no, y que, a pesar de que estuvieron patrullando constantemente, la gente salió con normalidad. 

“Los vecinos me estaban diciendo que cuál era el confinamiento de aquí del barrio, porque aquí de verdad, las vallas estaban abandonadas, las pusieron y las dejaron tiradas. Si de verdad querían hacer un cierre, deberían haber cerrado las otras avenidas”, añadió el líder. 

Jesús Daza, presidente de JAC de Comuneros, detalló que, para su sector, la jornada inició a las 8:00 a.m., donde hizo presencia el secretario de Salud en conjunto con un grupo de enfermeros, quienes recorrieron varias calles del barrio. 

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“La campaña es muy buena, estamos informándole a la comunidad que atiendan y que sean más conscientes, porque sabemos que fue imposible cerrar todas las entradas, pero la idea es concientizar a la gente para que no salgan y se cuiden”, aseguró Daza. 

Sin embargo, el comunal mostró su preocupación porque muchas personas continúan en las calles sin usar el tapabocas ni aplican el distanciamiento social. “Es desafortunado porque la gente no entiende. Ellos reclaman el cierre de todo el barrio, pero es que son casi 18 entradas y eso es imposible”. 

Por otra parte, Jefferson González, edil de la comuna 7, aclaró que en el barrio Motilones solo cerraron la avenida principal. 

“Eso es como “musa” o pura parafernalia, como montaje y como por cerrar fue que lo hicieron, porque la verdad pues todo está normal. Lo único es la avenida quinta que está cerrada”, expresó el edil.

Algunos vecinos de la comuna 7 expresaron su preocupación, pues muchos ciudadanos siguen sin creer en la enfermedad y por tal razón son indisciplinados y hacen lo que quieren, sin considerar que las cifras cada día van en aumento.

“Todavía hay gente dando vueltas sin saber su rumbo. No sabemos a qué salen, estamos en rebeldía, la gente no ha querido entender que esto es una realidad y las cifras lo demuestran”, dijo José Montoya, residente en Motilones. 

Carlos Navarro, tendero de Motilones, manifestó que abrió su negocio normalmente porque forma parte de las excepciones, pero “para ser sincero veo todo normal, la gente sale, algunos sin tapabocas y la policía no se ha visto”. 

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Jenifer Osorio, habitante de Comuneros, mencionó que, aunque algunas calles estuvieron solas, la gente sigue sin acatar las normas. Mucha gente encerrada y mucha gente por fuera. En los otros barrios solo encerraron dos días y aquí cuatro y al paso que vamos uno ya no cree nada”, dijo Osorio. 

"Da más miedo la inseguridad"

Vecinos de la comuna 7 señalaron que, ahora, más que temerle al COVID-19, lo que les asusta es la inseguridad que se viene presentando en distintos barrios de su comuna. 

“Aquí en Motilones sí tenemos el barrio cerrado, pero por los ladrones y delincue, y las autoridades no hacen nada”, dijo uno de los vecinos que pidió mantener su identidad en el anonimato. 

La comunidad dice que anteriormente les preocupaba salir en horas de la noche, porque era ese el momento que los ladrones aprovechaban para delinquir, no obstante, en medio de la pandemia, los malhechores se aprovechan de cualquier hora, ya sea en la mañana, tarde o noche. 

“Si roban a los hombres, a nosotras las mujeres es a quienes más tienen en la mira, porque los degenerados esos saben que somos más indefensas”, señaló Teresa Rodríguez, vecina de Motilones. 

Algunos vecinos también manifestaron que prefieren pasar muchas veces por las avenidas principales, que cruzar los puentes de la ciudadela Juan Atalaya, como por ejemplo, el puente de Comuneros, ya que los consumidores de droga rondan el lugar y en varias oportunidades han despojado de sus pertenencias a los transeúntes.