El derrame de crudo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, ocurrido la tarde del domingo en la vereda Quebrada Seca de Cúcuta, se dio por “una perforación ilegal al ducto”. La conclusión se dio luego de la inspección realizada por expertos de Ecopetrol, en compañía de la Estructura de Apoyo de la Fiscalía General de la Nación.

La empresa informó este miércoles que desde el día del hecho se instaló un punto de control alternativo en un canal de escorrentía para realizar la contención y recuperación del hidrocarburo y otro a más de dos kilómetros del lugar del evento.

“Asimismo, se ha realizado limpieza en más de 200 metros de las zonas afectadas. Con el fin de monitorear la mancha de producto, personal realiza recorridos aéreos y terrestres todos los días”, señaló la compañía. 

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Ecopetrol confirmó que el crudo afortunadamente no llegó a ningún afluente y rechazó de nuevo la acción delincuencial, pues la manipulación indebida de tuberías y líneas de transporte de petróleo genera un alto riesgo para las comunidades y afecta al medio ambiente, así como la normalidad de las operaciones.

Conocido el daño en el oleoducto, inmediatamente Ecopetrol activó su plan de contingencia y notificó a los Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo y Desastres de Norte de Santander y Cúcuta, a la Secretaría de Salud municipal, al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) y a las autoridades ambientales.

Precisó que en lo corrido del año 2018 se han identificado y retirado 68 válvulas ilícitas del oleoducto Caño Limón-Coveñas, a través de las cuales se han hurtado más de 127.630 barriles de petróleo.