Al parecer, la inapropiada reacción del concejal cucuteño Oliverio Castellanos, del partido Cambio Radical, el pasado 24 de diciembre en la madrugada, suscitó inconformismo entre los usuarios y personal médico de la Unidad Básica de Puente Barco, puesto que el cabildante habría agredido verbalmente al médico de turno.

Los hechos ocurrieron pasadas las 12 de la madrugada, cuando Castellanos ingresó a las urgencias de la Unidad Básica con su esposa,  Maribel Contreras Correa, quien presentaba un dolor abdominal severo que difícilmente le permitía caminar.

Al ingresar a la sala de espera solo habían tres personas más, por lo que el médico de turno no tardó más de dos minutos en atenderla. Así se pudo corroborar en los videos de las cámaras de seguridad del centro de salud, a los cuales La Opinión tuvo acceso.

En el video se puede observar cuando el médico Gerardo García-Herreros sale de una consulta y Castellanos se le abalanza para exigirle que atienda a su esposa; como el video no tiene audio, solo se observan los manoteos del concejal.

“Salí de consulta y escuché un bochinche. Enseguida el señor Oliverio se me vino encima y me dijo: hijueputa, ¿no me la va a atender?, señalando a su esposa”, relató el galeno. “Solo le dije que dejara el escándalo y respetara que había más pacientes y me fui a atenderla”, agregó.

Este mismo relato lo presentó García-Herreros a Katherine Calabro, gerenta de Imsalud, y Mario Ibarra, coordinador de la Unidad Básica de Puente Barco, mediante una carta conocida por este medio.

El médico explicó que pese a que la mujer pertenece al régimen contributivo de salud fue atendida por la complejidad de su estado. 

En el momento en que empezó a ser atendida, Castellanos la siguió hasta el pasillo del consultorio y continuó, según el galeno, con los insultos.

“En el oficio que envié solo puse un madrazo, si hubiera puesto todo lo que este señor me gritó, la carta hubiera estado repleta de groserías”, indicó García-Herreros. “En esta unidad básica he atendido hasta indigentes y ninguno ha sido tan grosero como ese señor”, enfatizó.

García-Herreros aseguró que el concejal le preguntó quién era, y al escuchar su nombre,  le dijo que no le importaba quién fuera porque “más arrechos él se había comido”.

Durante los siguientes 14 minutos que aparecen en la grabación Castellanos camina de un lado a otro en el pasillo y le manotea y reclama en repetidas oportunidades al doctor y al vigilante. Incluso en el minuto 12 se alcanza a observar cuando el concejal empuja con su hombro al guarda de seguridad.

“Yo traté de calmarlo y le dije que iba a llamar a la Policía, pero a él pareció no importarle. Me dijo que la llamara que no había problema, y entonces ahí pensé que estaba tratando con una persona que tenía algún tipo de poder porque no se intimidó”, explicó García-Herreros. “Cuando él se fue, el conductor de una ambulancia me dijo que se trataba del concejal Oliverio Castellanos”, sostuvo el médico.

Catorce minutos después de haber ingresado al centro de salud, y unos segundos antes de que ingresara la Policía, Castellanos sacó a su esposa del consultorio y salió con ella sin firmar la boleta de salida. 

Oliverio Castellanos desmiente al médico

El concejal Oliverio Castellanos habló sobre el incidente ocurrido en la Unidad Básica de Puente Barco y aclaró que en ningún momento se aprovechó de su investidura para ser atendido ni agredió verbalmente al médico Gerardo García-Herreros. Alegó  que su actitud fue la que cualquier ciudadano hubiese tomado debido a la mala atención recibida.

“Mi esposa estaba enferma y como venía del barrio Belén opté por llevarla a la unidad básica por su cercanía. Al ingresar, en recepción me pusieron problema porque ella no era de régimen subsidiado y no me querían atender. Posteriormente el cajero me la recibió, según él, para hacerme un favor y me pidió una fotocopia de su cédula. A esa hora era imposible conseguir una fotocopiadora abierta y me exalte”, relató el concejal.

Castellanos aseguró que pese a que el vigilante de turno no le permitió continuar acompañando a su esposa, no le hizo caso y se fue al pasillo vecino. Posteriormente le hizo un reclamo al médico de turno para que atendiera a su esposa.

“No sé cuánto tiempo pasó, pudieron haber sido dos minutos o 10, pero era una emergencia y el doctor se negaba a atender a mí mujer si yo no me salía. Por obvias razones no quise salirme y dejarla sola, porque si estando yo encima no la atendían, si me iba sería peor, pensé”, indicó el concejal.

Ante las acusaciones de García-Herreros, sobre la agresión verbal, Castellanos dijo que nunca mencionó grosería alguna y lo único que le dijo fue que con personas más grandes se había enfrentado; eso, según el concejal, porque el galeno ordenó sacarlo a bolillo.

Respecto a las imágenes donde se le ve empujando al vigilante, asegura que reaccionó así porque el guarda de seguridad quería sacarlo a la fuerza y él simplemente trató de esquivarlo.

“Yo no tuve ninguna mala conducta. Me comporté así por la angustia de que no atendían a mi esposa y ya puse ante Imsalud la queja por la pésima atención en esta unidad básica”, aseveró.

Por su parte, Katherine Calabro, la gerenta de Imsalud, dijo que esta situación ya es de su conocimiento y está siendo evaluada por la oficina de Inspección y Control Interno, para los correctivos necesarios.

Fanny Pifano, veedora de los usuarios de la Unidad Básica de Puente Barco, también denunció el mal comportamiento del funcionario público.