Toda persona adquiere una gran responsabilidad desde que enciende un vehículo. Y aunque gran parte de la gente conoce las normas de precaución, no todos la acatan de inicio a fin.

En lo que va corrido del año más de mil accidentes han dejado en promedio 900 lesionados y 67 muertes en las vías. Comportamientos como abrocharse el casco o poner las direccionales, pueden evitar graves consecuencias en la carretera, pues un conductor se expone a varios peligros en la carretera.

Sin embargo, hay factores que no se pueden determinar con certeza, pues aunque sean obvios o conocidos, ocasionan un accidente en cualquier momento, como es el caso de los huecos.

Accidentes de tránsito, llantas dañadas y hasta daños en la carrocería de los vehículos son las consecuencias de mezclar una velocidad medianamente alta con una hendidura en la carretera que va desde los 50 hasta los 80 centímetros de diámetro.

Es por eso, que ante la ineficacia de las autoridades locales, al reparar estos daños, los ciudadanos adoptan medidas preventivas que eviten estos daños y salven vidas.

Desde hace dos meses, algunos cucuteños han visto marcaciones amarillas en el suelo con las letras S.O.S., ¿pero quiénes están detrás de todo esto?

Un grupo de 22 personas que pertenecen a distintos clubes de moteros, integran S.O.S Moto Cultura Cúcuta y Área Metropolitana, una sede de la fundación a nivel nacional SOS Motocultura, que sin ánimo de lucro han venido tomando este trabajo en la ciudad con la finalidad de dar un aviso a los conductores y un llamado de atención a los mandatarios.

“Es hora de cambiar la cultura vial en la ciudad y quitarnos esa cruz que tenemos a cuestas de que los moteros somos lo peor del mundo”, comentó Darwin Dodino, líder de la fundación, quien agregó que dentro de las metas está disminuir los índices de accidentalidad.

Ya son varias calles por las que han pasado las brochas de estas personas. Avenidas del centro como la primera, segunda, tercera y cuarta, hicieron parte de la marcación junto a las calles 15 y 14.

A estas vías se les suma la del canal Bogotá en sentido Diagonal Santander-Unicentro y partes de la avenida Cero.

Aunque no es una tarea fácil, estos voluntarios han logrado el patrocinio de diferentes personas, que aportan recursos para la compra de materiales como pintura y brochas.

“Vamos poco a poco”, dice Darwin, quien da por hecho el deseo de llegar a los diferentes barrios de la ciudad. Por ahora, los sectores de Caobos y otras calles del centro de la ciudad son los primeros en la lista.

El apoyo de las personas ha sido el plus que los ha llevado a seguir adelante, en la ejecución de cuatro campañas de marcación en la que los resultados fueron positivos, pues dichos huecos demarcados, fueron reparados.

Otras campañas

Uno o dos días se reúne cinco líderes en horarios que no interrumpan el calendario personal de cada uno. En estos encuentros proponen diferentes ideas que ayuden al receptor a comprender de manera diferente o divertida, el mensaje de la prevención.

Por medio de volantes o hablando de manera directa con las personas, expresan a su manera, normas de comportamiento y convivencia ciudadana que serán aplicadas al momento de conducir un vehículo.

En los semáforos, realizan pequeñas obras de teatro que dejan en evidencia lo que podría suceder en caso de infringir alguna norma de tránsito, como no abrocharse el cinturón, no usar el chaleco o parquearse mal.

“Hemos notado que lo que les decimos a las personas mientras hacemos campaña, se lo toman de manera seria, hacen caso y se concientizan”, dice Dodino con la convicción de querer “sembrarle la semillita a la gente de que hay que cambiar la forma de pensar y cambiar la forma de comportarnos”.