El Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de Cormoranes debe ser demolido. No hay otra alternativa, y la inversión de 4.696 millones de pesos que hizo el Sistema General de Participaciones está a punto de quedar en nada. 

Luego de efectuar un recorrido externo por la obra,  se hicieron más evidentes los problemas estructurales que presenta la edificación.

Estudios de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) definieron una solución para rescatar la obra, pero resulta más caro que hacerla de nuevo.

El alcalde de Cúcuta, César Rojas, explicó que su responsabilidad fue verificar que el CDI no sirve, y que no se construyó en un sitio adecuado. 

“Hicimos los estudios correspondientes por parte de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), una entidad ajena al problema... Los estudios dijeron que no se puede seguir construyendo allí, que hay que demoler”, dijo. “Entones, entrarán las entidades de control a verificar quiénes son los culpables de eso, para poder accionar las pólizas que tenía la construcción”.

La primera etapa del proyecto se adjudicó, en agosto de 2013, a la Unión Temporal Cdi 2013, y los trabajos comenzaron en diciembre. En 4 meses debió estar lista la etapa. 

Consistió en la elaboración de los estudios previos de suelo, en los que se debió establecer que el terreno era apto o no para levantar este tipo de edificación. La interventoría de la Unión Temporal Colva.

Y es por problema de suelos, precisamente, que el CDI es inservible.

La caseta en la que están las instalaciones eléctricas se está hundiendo, producto de la misma falla de suelo. (Luis Alfredo Estevez)

Se espera que en los próximos días la Alcaldía convoque una audiencia con las aseguradoras y los constructores, para determinar que se incumplió con lo establecido en el contrato; por tal motivo no se recibe la obra. Además, habrá que declarar el siniestro de la misma.

El secretario de Infraestructura, Yonny Contreras aseguró que las pólizas de garantía y cumplimiento están vigentes. “Llevamos apenas dos años y una póliza es de alrededor de cinco años”, dijo.

Según la Alcaldía, la obra comenzó en el gobierno de Donamaris Ramírez; la recibió la actual administración en la segunda fase, en la cual se construyeron muros y bases. Ya se habían descubierto deficiencias en la estructura.

Sin embargo, las fallas más severas comenzaron a evidenciarse en marzo del año pasado.

Por su parte, la Contraloría General de la Nación investiga el caso, y la comunidad espera que pronto diga quiénes son los responsables. “No estamos cargándole la responsabilidad a nadie; para eso están los entes de control”, señaló el alcalde.

La obra se realizó a  través de 9 contratos. En 2013, se pidió la ampliación a 6 meses para terminarla. Pero el 19 de septiembre de 2014 se presentó la primera suspensión de obra, que fue ampliada hasta octubre. En octubre de 2015, se volvió a paralizar, y se reanudó en diciembre. El motivo de las paralizaciones fue que era necesario estabilizar la edificación con taludes.

Hoy, los habitantes temen que desvalijen la obra, pues aunque día y noche hay vigilancia, aseguran que hay materiales que pueden ser robados.

Este CDI iba a atender a 180 niños pobres de cero a cinco años de las comunas 3, 7, y 8. En estos espacios, los pequeños reciben atención pedagógica, nutricional y sicológica.

El presidente de la junta comunal, José Ordoñez, dijo que la decisión que se tome debe ser para beneficio de la comunidad. 

Dijo que en el barrio hay otros espacios donde se podría edificar el nuevo centro, pero para ello faltaría tiempo y la necesidad del CDI es urgente, porque hay muchos niños en una condición vulnerable.

¿Quiénes construyeron?

Este centro fue construido —en su primera etapa— por la Unión Temporal Cdi 2013 conformada por una sociedad entre Constructora Marmal SAS, e Ingenio Construcciones SAS, ambas con una participación igualitaria del 50 por ciento. 

El representante legal de Marmal es John Freddy Maldonado Peñaranda, y el de la otra firma es Juan Manuel Ariza García.

Según los informes jurídicos, esta unión temporal fue conformada por un año. 

La interventoría en esta primera etapa fue realizada por la Unión Temporal Colva, representada por Felipe Andrés Gómez Sánchez.

La segunda etapa de la construcción estuvo a cargo de la Unión Temporal Construcción Cdis, representada legalmente por Juan Carlos García Ramírez,  y la interventoría fue hecha por Construyendo Ideas Ltda.