Al programa Comunidad-Gobierno, mediante el cual este año la Alcaldía de Cúcuta pretende dejar pavimentadas 800 calles de los barrios periféricos, le empezaron a llover quejas.

Las primeras provienieron de Trigal del Norte, donde los vecinos llevan esperando la reparación de la malla vial hace más de 30 años. Allí, los vecinos denunciaron que el programa tiene preferidos para llevarles el pavimento.

Según los líderes comunales, Trigal del Norte tiene las peores calles de la ciudad. Pero esto no ha sido argumento para que la administración ofrezca un trato especial por haber aguantado tanto tiempo con las vías destrozadas.

La vecina Doralba Guzmán denunció que la pavimentación marchaba bien, pero desde hace dos semanas varias calles están  llenas de escombros y los trabajos detenidos, lo cual impide el paso del transporte público. “Además, por los fuertes vientos, todos estamos sufriendo con el polvo que se levanta”, dijo.

Pero esto no es todo, Hernán Rodríguez García, presidente de la junta comunal, denunció que el concejal Nelson Ovalle, quien no tiene autoridad en el programa, fue a su barrio hace 15 días y retiró la maquinaria que se tenía dispuesta allí para las obras, “retrasando aún más el cronograma de los trabajos”.

Los vecinos dijeron que el material está listo, el cemento también desde hace más de 2 meses, pero se teme que se dañe “porque la Alcaldía ni hace ni deja hacer”.

El concejal Ovalles negó lo denunciado por Rodríguez, al señalar que él no es el responsable de la maquinaria destinada al programa Comunidad-Gobierno.

Más quejas

El panorama en la Ciudadela Juan Atalaya, Primera Etapa, es similar a lo que sucede en Trigal del Norte. Allí, la pavimentación de 7 calles continuas se encuentra detenida por razón de la falta de cemento.

Según los vecinos, se necesitan 2 mil 120 bolsas de cemento, “que la Alcaldía no ha autorizado en la Comercializadora Téllez, encargada de la distribución”.

Al instalarse el primer periodo de sesiones ordinarias, el concejal Oliverio Castellanos hizo un vehemente llamado al secretario de Infraestructura, Jonny Pascual Contreras para que no siga torpedeando los trabajos del programa Comunidad-Gobierno.

“En el barrio Belén, por ejemplo, el funcionario ordenó detener las obras, perjudicando a muchas familias que anhelaban ver pavimentadas sus calles”, dijo Castellanos.

“Es mentira”

El secretario de Infraestructura, Jonny Pascual Contreras, desmintió las denuncias y aclaró que no hay preferencias ni tráfico de influencias para acelerar los trabajos en unos sectores más que otros.

“Todo se ha hecho con transparencia, y a la muestra está que de las 800 calles que se tienen como meta este año ya están planilladas y en proceso de trabajos 700.

Dijo que hay más de 3 mil 500 calles inscritas para el próximo año.

Frente al cemento en Atalaya I Etapa y Belén, el funcionario explicó que hay un programa que corrdina únicamente Infraestructura y lo que se haga por particulares se sale de las manos.

“En esos sectores estaban programadas unas calles, pero particulares destaparon por su propia cuenta otras y luego pidieron cemento que no estaba dentro de los planes”, dijo Pascual.