La prestación ilegal del servicio de taxis colectivos en Cúcuta subió 733 por ciento. Hace cuatro años había unos 700 vehículos prestando este servicio no autorizado.

“Hoy, unos 5.000 prestan servicio colectivo en Cúcuta”, dijo el secretario de Tránsito, José Luis Duarte. “Son modelos de 2015 hacia arriba”.

Al respecto, surgió una oolémica porque, según Duarte, este abrupto incremento se dio desde que el exalcalde Donamaris Ramírez-Paris Lobo implementó como medida quitarles las tablas y cintas de rutas a los viejos taxis colectivos. 

“Desde ese instante todo se desordenó, porque para esa fecha se tenía una contabilidad de unos 700 taxis que hacían de colectivos, que siguen siendo ilegales; pero, por lo menos en ese instante estaban conformados en asociaciones y son carros modelos 2012 para abajo”, puntualizó.

Pero ¿cómo es posible que sigan funcionando desde la ilegalidad? Todos lo saben. Y ¿qué sanciones se les impone?, ¿quién sanciona? El secretario aseguró que se desarrollan operaciones constantes  de control, y se les aplica la sanción correspondiente a la infracción de servicio no autorizado. 

“A los taxistas se les impone una primera infracción, en la que el vehículo queda cinco días inmovilizado; si es sorprendido en una segunda ocasión, es retenido 20 días, y en la tercera oportunidad, 40 días, se suspende la licencia y se sanciona a la empresa a la cual están afiliados”, detalló.

Esta semana, el Área Metropolitana de Cúcuta (Amc) precisó que 11 de las 16 empresas de transporte individual fueron sancionadas por esta infracción.

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A pesar de que han pasado ya varios años de la implementación de la medida de Ramírez, hay taxis que mantienen franjas en el vidrio frontal con colores que identifican la zona a la que se dirigen. Ejemplos: los que tienen las de color negro y rojo van a Motilones-Atalaya, las de azul y blanco,  hacia Chapinero y Comuneros, y los de naranja, a Antonia Santos...

El código es  conocido por los pasajeros, que defienden a los taxistas que prestan este servicio ilegal.

Diana Martínez, cucuteña, enfatizó que este era un servicio más seguro y rápido. “Las busetas se paran en cada semáforo a esperar llenar los puestos, o pasan llenas, y se montan personas a pedir. Con los colectivos no hay riesgo de nada”, dijo.

Los taxistas ofrecen otra óptica: “si no trabajo de colectivo no logro hacer el dinero para pagar los 50 mil pesos diarios que debo darle al dueño del carro, además de hacer lo que me queda a mí para la familia. Y si trabajas solo carreras, puedes pasar toda una mañana sin hacer un peso. ¿Cómo sobrevive uno así?”, contó Javier Rincón.

Chatarrización de busetas

José Gregorio Botello, subdirector de transporte y valorización del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), dijo que este año, unas 400 busetas entrarán al plan de chatarrización, pues cumplen 20 años de servicio. 

“Lo que sucede es que la mayoría de estas busetas están trabajando aún, porque su plazo de vida útil se vence en junio, julio o agosto de este año”, dijo.

A medida que vayan cumpliendo las fechas correspondientes se les va venciendo la tarjeta de operación, que es renovada por el AMC, pero al pasar de 20 años de servicio no es expedida nuevamente y el auto queda automáticamente fuera de servicio. “Si siguen trabajando así, se les inmovilizan las busetas y son llevadas a la chatarrizadora”, precisó.

El secretario de Tránsito, José Luis Duarte, indicó que se notificó a los gerentes de las empresas de transporte que se les vencía este año ese plazo, para que eviten ser sancionados.