Una marea de cerca de 2.500 manifestantes, que desde las 8 de la mañana de ayer acató el llamado de abarrotar las calles durante el paro nacional, paralizó el centro de Cúcuta y su actividad comercial.

Aunque el día amaneció con un cielo plomizo y con fuertes lluvias en varias zonas residenciales, los asistentes a esta marcha no titubearon con cumplir su misión de demostrar su inconformismo frente al gobierno de Iván Duque.

Esta manifestación, que tuvo su punto de esplendor sobre la calle 10 entre la avenida cero y el Parque Santander, desencadenó en un cese del ritmo económico de este sector céntrico de la ciudad.

Mientras que algunos bancos y locales comerciales atendieron media jornada, con sus fachadas cubiertas de cartón, icopor y plástico, otros establecimientos optaron por encadenar sus puertas y no atender al público.

Gran parte del sector cambista se negó a ofrecer sus servicios. Desde el martes, cuando amaneció cerrada la frontera con Venezuela, sus transacciones sufrieron una reducción significativa. Debido a que esta restricción adoptada por el paro, se prolongó hasta ayer, algunos empresarios de las divisas se resistieron a habilitar sus negocios.

“Muchos de los cambistas decidieron no abrir, porque se encuentran ubicados en la zona centro, donde se iban a concentrar estas movilizaciones. No tenemos el dato exacto de pérdidas, porque esto es difícil de cuantificar”, señaló Juan Fernando González, director de la Asociación de Profesionales del Cambio (Asocambios) de Norte de Santander.

Estos cierres también se replicaron en algunos locales de calzado, ropa y víveres, que se encuentran situados sobre esta arteria vehicular.

Un panorama similar se presentó en la Central de Transportes de Cúcuta, que es considerado otro polo productivo de la ciudad. De acuerdo con las directivas de este lugar, sus operaciones disminuyeron en un 90 por ciento frente a los 444 despachos, que diariamente se atienden en este puerto terrestre.

Esta baja terminó representando una pérdida cercana a los $8 millones.

“La terminal trabajó normal, nosotros no pudimos cerrar, porque esto es un establecimiento público. Así haya o no despachos. Debemos tener nuestros funcionarios disponibles (…) Normalmente logramos recaudar unos $9 millones, pero el cierre de frontera nos afectó, porque muchas rutas que iban hacia Puerto Santander y La Parada, quedaron suspendidas”, indicó Carlos Yáñez, jefe de recaudo de la Central de Transportes de Cúcuta.

Este ambiente de parálisis no se sintió en el Aeropuerto Internacional Camilo Daza, donde los administradores afirmaron que las operaciones transcurrieron sin sobresaltos.

Varios locales comerciales, ubicados sobre la calle 10, en el centro, cubrieron sus fachadas con cartón, icopor y plástico.

“¡De esto hablamos viejo!”

Haciendo alusión a la frase  que lanzó el presidente Iván Duque, “¿De qué me hablas?, viejo”, a principios de noviembre cuando un periodista en Barranquilla le preguntó sobre el bombardeo en Caquetá, donde fallecieron al menos 8 niños contra disidencias de las Farc, ayer cientos de cucuteños salieron a las calles, en el marco del paro nacional  y exclamaron: “¡de esto hablamos, viejo!”.

“Hablamos de las más de 400 mil víctimas del conflicto armado en el departamento que siguen esperando justicia y verdad, de los 300 líderes amenazados en el departamento que siguen a la deriva y las más de 3.000 solicitudes de restitución de tierras por resolver”, resaltó Luis Alberto Durán, delegado de la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas de Cúcuta.

A estas exigencias se sumó  Diana Mendoza, directora de Fundazul, quien en nombre de los animalistas y ambientalistas se opuso a la venta de los páramos y al uso de glifosato para erradicar los cultivos de uso ilícito.

A la par de las arengas de maestros, estudiantes y sindicatos de trabajadores, la voz de los campesinos y líderes sociales del Catatumbo también retumbó durante la marcha. Anibal Castillo, presidente de Asojuntas del corregimiento San Martín de Loba (Sardinata), aseguró que el Catatumbo se cansó de tanta violencia. “Acá hay líderes de La Gabarra, Campo Dos, Las Mercedes, Sardinata, Río de Oro, de todas partes del Catatumbo, con la única misión de que nos escuchen”, aseguró.

La operación de la Central de Transportes de Cúcuta se frenó debido al cierre de la frontera con Venezuela y al paro nacional.

Alerta por reapertura de la frontera

A partir de las 5 de la mañana de hoy, Colombia habilita el tránsito peatonal por la frontera con Venezuela, que permaneció cerrado desde la medianoche del martes debido al paro nacional.

Frente a la reapertura de los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y la Unión, la Alcaldía de Cúcuta tiene las alarmas encendidas por un eventual paso masivo de venezolanos.

“Esta reapertura puede ser mucho más traumática, toda vez que al otro lado de la línea divisoria hay una población que quiere ingresar para poder abastecerse de elementos de la canasta familiar y medicinas”, aseguró Jimmy Cárdenas, secretario de Gobierno de Cúcuta.

El funcionario aprovechó para felicitar a los organizadores locales del paro nacional, por su compromiso de marchar en paz y de respetar los bienes de la ciudad.

Durante esta movilización, la Policía Metropolitana de Cúcuta no registró eventos por situaciones de desmanes o hechos asociados a disturbios.

“Este balance es muy positivo, porque el llamado de estos ciudadanos, participaron de una manera acertada. La institucionalidad ayudó a perservar el respeto a las normas y se garantizó el ejercicio de la protesta. La ruta se pudo completar sin ninguna novedad”, puntualizó Cárdenas.