El acuerdo al que llegaron cocaleros de Palmarito y Banco de Arena (zona rural de Cúcuta) para sumarse a la Coordinadora de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam), ligada a la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), para el concejal Juan Capacho es una situación “descabellada” a la que la comunidad y las autoridades deben “ponerle la lupa”.

“Esta gente no hace más que seguir la estrategia de grupos terroristas financiados con la coca”, dijo. “Quieren conquistar corredores estratégicos en el área metropolitana para llegar a otras regiones y a Venezuela”.

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Por ello, pidió a las autoridades que impidan la expansión de coca en Cúcuta por el daño ecológico que se causa a zonas estratégicas, y aunque reconoció que la asociatividad puede ser legítima, no lo es un cultivo ilícito, “y con el discurso de la paz no nos pueden seguir inundando de coca”.

Según un documento expuesto por Ascamcat, los comunales respaldaron la iniciativa “para erradicar los factores estructurales que promueven el cultivo” de coca para subsistir y que señala que los proyectos piloto de sustitución deben ejecutarse gradualmente y familia por familia.