La torre 28 de la urbanización Cormoranes está casi lista. La obra que empezó en enero, seis meses después de lo previsto, debe ser entregada en mayo, según las estimaciones que le dieron a la comunidad. Sin embargo, la fecha de entrega estaba prevista para este mes.

Actualmente, están haciendo el reforzamiento del quinto piso de la edificación. En cada uno de los pisos se construyó una viga, las cuales permitieron amarrar la estructura del edificio a los pilotes (36 en total), de 12 metros de profundidad.

El presidente de la junta de acción comunal, José Ordoñez, explicó que según el cronograma de obras que presentó la contratista, representada en la Unión Temporal Cormoranes, están haciendo las obras de los pisos y el reforzamiento y nivelación de las escaleras, puesto que estas presentan unas grietas de más de un centímetro de ancho; además, es la única ruta de salida para los habitantes de la torre.

Además, de la nivelación de cada uno de los apartamentos y las zonas sociales de la torre. Posteriormente quedaría por los retoques en el interior de los apartamentos y la pintura.

Ordoñez indicó que a los propietarios de los 20 apartamentos les están pagando el arriendo mes a mes, mientras se culmina la obra.

“Ya lo hemos hablado que se demoren el tiempo que sea necesario, pero que se deje un trabajo bien hecho, porque se está haciendo la veeduría de manera que el reforzamiento se haga bien, para que no vayamos a tener problemas más adelante”, dijo.

Están trabajando tres cuadrillas dentro de la obra, cuya inversión es de 400 millones de pesos.  

Estos trabajos se basan en las recomendaciones dadas en los estudios contratados por el Ministerio de Vivienda, donde se especifica que a la estructura se le debe asegurar y proteger sus elementos estructurales, y que no presenten sobreesfuerzos que debiliten la estabilidad general del sistema.

Los vecinos de los edificios 31 y 34 están esperando que terminen las obras en la torre 28, porque también están buscando una respuesta a las fisuras que están presentando ambas estructuras.

Sobre este punto el presidente de la junta explicó que se tiene previsto establecer una serie de reuniones con los habitantes de las otras dos torres para precisar qué se va hacer y qué está ocurriendo en ambas estructuras.

Las familias que viven en estas tres torres son familias damnificadas de la ola invernal, desplazadas de la guerra y madres cabeza de hogar.