El comportamiento de los comerciantes y empresarios de Cúcuta a partir de la reapertura económica ha sido ejemplar, cumpliendo en su mayoría con los protocolos de bioseguridad establecidos, lo que se evidencia en la entrada a centros comerciales y otros establecimientos.

Así lo manifestó David Fajardo, subsecretario de Planeación de Salud de la Secretaría de Salud Municipal, explicando que durante las visitas técnicas los funcionarios de la entidad han podido dar fe de que se está cumpliendo con los distanciamientos, las señalizaciones, la instalación en algunos de lavamanos portátiles y en otros gel antibacterial y alcohol, haciendo el control en el ingreso de los compradores, que es el aspecto principal,

El funcionario invitó a quienes aún no han entrado en esa dinámica, para que cumplan a cabalidad todas las normas establecidas, particularmente el control del aforo, el no permitir la entrada sin tapabocas y el distanciamiento social de al menos dos metros.

David Fajardo explicó que el no acatamiento de la medida los expone a sanciones de tipo educativo,  monetarias y jurídicas que se aplica tanto a los clientes, trabajadores, instituciones y personas jurídicas, incluso a cerrar el establecimiento, máxime si se llega a dar un caso positivo para la COVID-19 de algún trabajador o un visitante, lo que es muy sensible económicamente en estos momentos

El funcionario reiteró que lo principal en materia de bioseguridad es el distanciamiento social dos metros para el ingreso y dentro del establecimiento,  con un aforo interno total de trabajadores y clientes que no supere entre el 30% y 50% de acuerdo a la amplitud, y si es un local cada trabajador debe tener un distanciamiento mínimo de dos metros. 

Acatando los protocolos

El centro comercial Alejandría cuenta desde su  reapertura, el pasado primero de junio, con un protocolo de bioseguridad que se cumple plenamente, para la prevención del contagio de la COVID-19, que va desde el mantenimiento de la distancia de dos metros en la fila de ingreso, la toma de temperatura, la desinfección de calzado y  elementos como bolsos, paquetes y demás, el lavado de manos en la entrada, según la directiva. Agregaron, que en  cumplimiento de las disposiciones de los niveles central, regional y local, fueron instalados 120 lavamanos con jabón líquido y toallas de papel, además de puntos de desinfección dotados con gel antibacterial, a 20 metros uno de otro.

Adicionalmente a estas medidas, se cuenta la desinfección de las áreas comunes antes de la apertura de las puertas del centro comercial, hacia las 8 de la mañana, así como a diferentes horas del día y al final de cada jornada de trabajo.

En cada local los vendedores usan tapabocas, guantes y gafas y hay dispuesto alcohol, gel desinfectante para trabajadores y clientes, conservando el distanciamiento social, que es fortalecido con señalizaciones de puntos de espera ubicadas en el piso frente a los establecimientos, todo debidamente asistido mediante visitas técnicas por parte de la Secretaría de Salud de Cúcuta. 

Zonas seguras

Claudia Arguello, administradora del centro comercial El Oití, dijo que tienen plena conciencia que se están reinsertando en una sociedad económica y para no tener casos de la COVID y todos puedan trabajar, se deben crear zonas seguras, por lo que están trabajando para garantizarle al cliente que no se va a contagiar y que puede hacer sus compras con todas las medidas posibles.

Les estamos recordando constantemente, tanto a los propietarios y arrendatarios, como a los empleados y visitantes que se deben acatar las normas de bioseguridad, así cuando ingresan al centro comercial se les hace la toma de temperatura, la desinfección de los pies, el lavado de las manos y se les recuerda constantemente del distanciamiento social, según Arguello.

“Esa es la manera que tenemos para seguir trabajando, porque necesitamos reactivar una economía, y especialmente necesitamos comprar en Norte de Santander, apoyar la producción regional y al comercio para hacer una economía segura”-

La administradora dijo que El Oití cuenta con 855 locales, de los cuales 350 están activos. Al centro comercial ingresan diariamente 650 personas entre propietarios, arrendatarios y empleados, y un aforo por hora permitido de 726 personas, con un ingreso diario entre 2.000 y 2100 visitantes que representa menos del 20% en el volumen de venta que se tenía antes de la pandemia. 

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Las acciones tomadas por Cenabastos tienen que ver con el cambio de los horarios de apertura y cierre, el lavado continuo con agua a presión y detergente, fumigación de los galpones y áreas comunes con aspersores de motor, desinfección de toda la central por termonebulización con amonio cuaternario de quinta generación.

Así mismo, el uso obligatorio de tapabocas para toda la población de la central, uso obligatorio de traje de  bioseguridad, antifluidos para todos los vendedores ambulantes, braceros y personal operativo.

Se imparten charlas de bioseguridad al personal, demarcaciones para facilitar el distanciamiento y la instalación de dispensadores de gel antibacterial en todas las porterías y en todos los puestos de trabajo, lavamanos públicos y se habilitaron los existentes para que no se cobrara ese servicio, entre otras acciones, según el gerente de Cenabastos Wolfang Ochoa.

Controlar el aforo

El centro comercial La Estrella, ubicado en la calle 13 entre avenidas 7 y 8, en el centro de Cúcuta, informó que conforme a los decretos que en materia de bioseguridad rigen para los centros comerciales, diseñaron todo un esquema de señalización, instalación en los ingresos y otras zonas equipos de desinfección para lavado de manos y demás normas establecidas.

Así mismo, los locatarios tienen unos protocolos para cada una de sus marcas, según lo dispuesto para que se pudiera dar la reapertura. En este centro comercial existen 170 locales, sin embargo no todos están funcionando porque  les falta acondicionarlos de acuerdo a los parámetros de bioseguridad.

Allí dispusieron un software tecnológico para controlar el aforo máximo, donde los propietarios y trabajadores usan un carné de identificación y a los visitantes se les exige la cédula, para un mayor control.

Rina Torres Vega, gerente del centro comercial Plaza de los Andes, dijo que para el ingreso a la edificación que cuenta con 205 locales, se está haciendo el control de temperatura, la desinfección de la suela del calzado, control de aforo en los pasillos con la indicación visual y señalización de distanciamiento social y uso obligatorio de tapabocas.

Así mismo,  puntos de desinfección con gel  antibacterial y desinfección de  los pasillos, comunicando  permanentemente a los trabajadores y clientes  sobre el lavado de manos cada tres horas, con forme a los protocolos que fueron radicados ante la Alcaldía y que fueron avalados para  la reapertura del centro comercial el 1 de junio.