Carlos Martínez, director del Instituto Departamental de Salud (IDS), en diálogo con La Opinión informó que en el Cantón Militar San Jorge, en Cúcuta,  hay a la fecha 19 personas confirmadas con la COVID-19, de las cuales tres estaban en unidades de cuidados intensivos, lamentando el fallecimiento de Blanca Doris Camargo, la auxiliar de enfermería del dispensario que ingresó a hospitalización el 30 de junio y su deceso de produjo el 14 de julio.

El funcionario explicó que el IDS desde la Sala de Análisis de Riesgo (SAR) sigue estudiando la fuente de contagio, que todavía no se ha determinado, con dos pacientes en UCI, seis hospitalizados y 10 en aislamiento preventivo obligatorio, algunos en casa y otros en la unidad militar.

“Nosotros como IDS estamos haciéndole un seguimiento estricto al comportamiento de los casos de esa institución y a la fecha hemos llevado a cabo dos visitas de verificación de las acciones que ha tomado la unidad militar para el debido protocolo, haciendo rastreos, exigiéndoles los testeos  de muestras a la mayor parte de población militar para la búsqueda activa de más casos que puedan existir al interior de esa unidad”.

En esas visitas se logró evidenciar que el Ejército tiene cinco áreas de aislamiento para los contactos sospechosos de los militares positivos, siendo esa una de las fases importantes de la contención, además de las medidas de bioseguridad que deben seguir siendo reforzadas para situaciones como estas, según Martínez. 

El funcionario aclaró a La Opinión que el Ejército tiene un régimen especial en salud y cuenta con una institución que le hace la toma de muestras a su población y le garantiza los resultados. 

“Nos han pedido que los apoyemos en esta situación, pero nuestra acción resulta insuficiente ante tanta demanda que hay, pero la mayor parte de responsabilidad está en la institución militar para la toma y el procesamiento de las muestras en la entidad militar”, agregó. 

Explicó que la enfermera fallecida que trabajaba en el dispensario hacía parte del área de sanidad del Ejército, con varios años trabajando allí, al igual que hay casos de militares activos que se encuentran en hospitalización y otros que permanecen en la UCI. 

“Todo este personal al que estoy haciendo mención, de alguna u otra manera tiene correlación laboral o de orden militar con la institución. Nosotros básicamente nos centramos en los casos en apoyo como entidad de salud en el seguimiento y que se garantice la atención y los servicios a cada una de esas personas y por supuesto en este caso a las muestras y procesamiento de las mismas”, dijo Carlos Martínez. 

La situación del departamento

El director del Instituto Departamental de Salud dijo que la pandemia se está disparando, razón por la cual se cambió de alerta amarilla a naranja, para aumentar las acciones y aplicar más restricciones que puedan disminuir los contagios y esas cadenas de transmisión epidemiológicas de la enfermedad.

Pensando en ese aumento inusitado de casos positivos que se están registrando en Cúcuta y el departamento, se tomaron las acciones buscando mantener los procesos de contención, en pruebas de rastreo y aislamiento positivo de la población para evitar que haya más contagios y más propagación del virus, precisó Martínez. 

“En eso hemos venido trabajando en articulación con la Secretaría de Salud Municipal y con las acciones que como organismo territorial se han desplegado junto al equipo que desde la SAR se genera con epidemiólogos, médicos y personal del Instituto Nacional de Salud (INS), el constante monitoreo de casos positivos, sospechosos y contactos estrechos para frenar la propagación”.

En la declaratoria de alerta naranja se tuvo en cuenta también la ocupación de las camas en UCI, que si bien es cierto hay casos de la COVID positivos en esas unidades, también hay una ocupación importante por otras patologías de la región, lo que aumenta el riesgo de un colapso de las instituciones de salud en el departamento.

Dijo finalmente que Norte de Santander está al día en lo relativo a las pruebas de diagnóstico con apoyo del laboratorio de la Universidad de Pamplona y el convenio firmado con la Unidad Hematológica Especializada, para lograr el procesamiento de las muestras que se encontraban represadas en el laboratorio del Instituto Departamental de Salud, mientras que las Empresas Administradoras de Planes y Beneficios retiraron las muestras de sus afiliados para enviarlas a otros referentes nacionales.