“Aunque pague 150 mil pesos mensuales al banco, prefiero eso a los intereses de antes”, dice Dora Jerez, microempresaria cucuteña, experta en la elaboración de cobijas y ropa para bebé.

Es que esta madre de familia pasó de pagar una deuda de más de dos millones de pesos con el cinco por ciento de interés, a un crédito formal de tres millones, con intereses del 1,9.

“Estamos agradecidos porque con la aprobación del préstamo, sin fiador, vamos a poder obtener herramientas e insumos”, señaló.

Según relató, obtuvo el respaldo de la secretaría de la Mujer del departamento, dependencia encargada de ayudar a las pequeñas empresarias.

Esta secretaría apoya el trámite de los préstamos, para evitar que paguen ‘gota a gota’, y con intereses altos las deudas que les impiden tener recursos propios, ya que todo se pierde en la deuda.

“Yo llevaba un año y medio pagando solo los intereses, y era muy duro, entonces no avancé en el pago de la deuda”, afirma Jerez. “Le tenía pánico a los bancos, porque uno no conoce cómo son los trámites ni las responsabilidades, pero al conocer que sí hay facilidades termina uno quedándose con la opción más conveniente para el bolsillo y para la empresa”.

Este ha sido un estímulo más para Jerez, quien comenta con orgullo que estuvo en dos ferias que le permitieron exhibir sus productos en Villa del Rosario, y Expodetodo.

“En Expodetodo vendí bastante”, dice animada. “No me imaginé que me fuera a ir tan bien”.

Aunque inició solo con unas telas que le dieron hace seis años como capital semilla, incrementa sus ingresos poco a poco, pese a las dificultades.

“Lo bueno sería tener más clientes, porque con el cierre de la frontera nos quedaron muchos del otro lado que antes venían a comprar”, afirma. “Ojalá podamos llegar a otras partes del país”. 

La Opinión