En la sede de la Procuraduría General de la Nación, en Cúcuta, se le puso punto final a la polémica que se suscitó por el posible traslado de las basuras de Bucaramanga y de 15 municipios de Santander al relleno sanitario Guayabal.

El director de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, dio a conocer que no se autorizará ni la entrada, ni el tránsito y menos aún la disposición final de los residuos sólidos de Bucaramanga y de municipios de Santander, por tanto no están dadas las condiciones ambientales para una operación de esta magnitud. 

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El pronunciamiento fue hecho ante el alcalde de Cúcuta, Cesar Rojas Ayala, delegados de la empresa de aseo Veolia, de la Aerocivil y de Aeropuertos del Oriente, quienes habían sido convocados por el procurador regional, Édgar Alfonso Fandiño Prieto y el procurador 16 judicial Agrario y Ambiental, Jaime Alberto Gómez, para revisar los alcances del hecho.

En el encuentro mientras el alcalde Rojas manifestó que nunca existió tal petición, la gerente jurídica de Veolia, Marcela Rodríguez Camacho, dijo que si recibieron una propuesta de Bucaramanga para estudiar la posibilidad de recibir entre 1.000 y 1.200 toneladas diarias de desechos.

Frente a ello los delegados de la Aerocivil y de Aeropuertos del Oriente expresaron su preocupación por la creciente proliferación de aves, que representa un riesgo para la seguridad aérea en el aeropuerto Camilo Daza.

Rodríguez indicó que el hecho se da no solo por el relleno sanitario Guayabal, sino por botaderos de basura clandestinos y mataderos presuntamente ilegales en cercanías del aeropuerto.

Como acuerdo de la reunión, tanto Corponor como Veolia, se comprometieron a contratar biólogos especialistas en aves para elaborar un diagnóstico que deberá estar listo en tres meses. Para el 25 de abril se fijó un nuevo encuentro para socializar el resultado y debatir sobre este tema.

El director Angarita  manifestó que no se va a permitir que se afecte ambientalmente a la ciudad por la incapacidad de Santander frente al tema de las basuras. 

“La capacidad de depósito del relleno sanitario Guayabal tampoco se puede afectar. Actualmente se tiene una capacidad de operación de 860 toneladas al día, correspondientes a los desechos de 20 municipios de Norte de Santander. La vida útil estimada para el relleno es de 31 años”, argumentó Angarita.

Análisis técnico

Tras el cierre del relleno El Carrasco de Bucaramanga y la solicitud de acopio hecha a Veolia, Corponor hizo un análisis ténico en el relleno Guayabal, determinando que el aumento no previsto de desechos requiere de más capacidad técnica, de la cual actualmente no se dispone.

El director de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, señaló que el manejo de lixiviados, hecho por recirculación, no puede soportar incrementos por tanto estaría en riesgo la estabilidad del relleno.

“El transporte de residuos representa un incremento en la cantidad de vehículos generando riesgos de accidentalidad, más emisiones, ruido, malos olores, molestias sanitarias y escurrimiento de lixiviados. Así, no hay garantías para una operación ambientalmente segura”.