La mezcla de desmovilizados, víctimas, damnificados, familias en extrema pobreza y la llegada de deportados de Venezuela a las viviendas gratuitas que entregó el Gobierno nacional es hoy una bomba de tiempo.

La intolerancia, la violencia intrafamiliar, el crecimiento de pandillas, el aumento de los hurtos y de la inseguridad, así como la delimitación de territorios y las amenazas de limpieza por parte de bandas criminales se han recrudecido, de manera que el miedo en cada vivienda.

Cormoranes alberga a más de 940 familias y es una de las zonas donde los niveles de intolerancia parecen incrementarse al paso de los días.

En 2015, la Policía capturó allí a 15 personas por porte de armas, tráfico de drogas, hurtos, lesiones personales, concierto para delinquir, receptación, daño en bien ajeno y amenazas de muerte.

Los niveles de incomprensión vecinal y familiar son tan graves, que la Policía ha visitado el sector 257 veces, muchas de ellas por enfrentamientos entre vecinos a  causa del ruido, consumo de licor en las calles, violencia intrafamiliar y abuso de confianza.

La información del sector está soportada por las autoridades, pero los esfuerzos del gobierno por recuperar el tejido social de estas personas, que antes no tenían un techo digno, podría perderse.

Un caso que inquieta es la amenaza a la presidenta de la junta comunal, Estrella Bueno, quien tuvo 72 horas para hacer pública su renuncia al cargo a cambio de que no atentaran contra su vida.

La Opinión intentó conocer el caso, sin embargo, Bueno solo dijo que tuvo diferencias con algunas personas porque no quieren que en el sector se cobre administración, ya que la ley lo exige por ser propiedad horizontal.

La amenaza contra la líder produjo que también renunciara el vicepresidente.

Pero esta es solo la punta del iceberg de un problema social que parece no atenderse de manera diligente, según dice Numar Velasco, líder de la torre 48 y trabajador social, que aseguró que lo que debe primar es la seguridad.

Todo lo anterior se suma a la muerte de José Belén Carvajal Carrillo, un obrero asesinado por drogadictos y pandilleros que frecuentan Cormoranes, tras pedirles que se retiraran por el peligro que representaba su cercanía a un tanque de gas comunitario.

Representantes comunales que pidieron no decir sus nombres, señalaron que hay jóvenes desocupados que están marcando el barrio tirando zapatos en las cuerdas de energía, creando territorios particulares que controlan a la fuerza.

“No sabemos si las bandas vienen de José Bernal, Colombia I o de otros sitios”, señaló Velasco, quien ve con preocupación la situación.

La exdirectora de Metrovivienda, Luz Karime Coronel, dijo que conoció de diferencias entre la junta comunal y que luego de estos conflictos amenazaron a Bueno.

Coronel dijo que el problema subyace de la falta de educación y convivencia.

El director ejecutivo de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, informó que entre noviembre, diciembre y enero han recibido quejas de 13 presidentes de junta comunal amenazados.

“En general los más afectados han sido presidentes de las comunas 6, 8 y 10. Si la amenaza es muy grave y el riesgo es inminente, lo más recomendable es que salga de la ciudad transitoriamente”, dijo.

¿Qué dicen las autoridades?

La ausencia de una junta comunal establecida en Cormoranes, por presuntas amenazas de bandas criminales, hizo que la comunicación comunidad-gobierno en este sector se acabara.

La exdirectora de Metrovivienda, Luz Karime Coronel, dijo que todas las autoridades trabajaron integralmente para enseñar a la gente a convivir, sin embargo, fue difícil.

Según el Ministerio de Vivienda se trata de familias que  no estaban acostumbradas a vivir tan cerca y menos en propiedad horizontal, por lo cual no se ponen de acuerdo para elegir un administrador del dinero.

El subcomandante (e) de la Policía, coronel Carlos Eduardo Lineros, aseguró que la Policía intensificó en esta zona las labores preventivas.

“Hemos hecho intervenciones para diagnosticar y promover la convivencia social. Encontramos que hay intolerancia, desocupación juvenil, desempleo y consumo de alcohol y de drogas”.