‘¿Será que a esta edad yo podré salir adelante?’ le preguntaba Antonio Bolívar Gallo, de 76 años, a su hija María del Rosario Gallo, cuando en la comunidad de Belén anunciaron la convocatoria para quienes desearan hacerse bachilleres, sin importar la edad. 

Bolívar sueña con ser poeta, y esa meta lo llevó ayer, cuatro años después, con 80 años encima, a estar sentado en la mesa principal del Centro Cristiano de Los Pinos, donde se llevó a cabo la graduación del programa de bachilleres de la Corporación Ser Humano y la Alcaldía de Cúcuta. 

En la ceremonia, recibió un homenaje especial por ser un ejemplo de orgullo y superación para todos sus compañeros graduandos. 

Una historia de vida 

Entre risas, Bolívar cuenta un sinfín de aventuras que ha tenido que sortear en su vida, pero que no lo han hecho desfallecer. 

“Mi mamá biológica me abandonó recién nacido, porque mi papá la dejó. Unos tíos me adoptaron y me criaron”, rememora. 

Sobre la madre de sus hijos no da detalles, ya que fue ‘un capítulo más en mi historia’, porque la mayoría de sus años ha estado soltero. 

Su hija cuenta que su mamá los abandonó cuando ella tenía 8 meses de nacida, así que para ellos el apoyo siempre ha sido su padre.

La familia nunca la ha tenido fácil. Antonio Bolívar y sus hijos vienen de la vereda Galán, en zona entre Tibú y la Gabarra, desplazados por la violencia. Allí, él se dedicó a la ganadería durante 32 años. 

En 1994 se instaló con sus dos hijos, en la vereda Manuela Beltrán, cerca del sector de Belén, y desde entonces, se sostiene gracias al subsidio de la tercera edad que recibe. Pero, cuando puede, Bolívar trabaja en carnicería.

Larga tarea

Sus años en el bachillerato no fueron fáciles. Cuando cursaba cuarto año, se agravaron sus condiciones de salud por un problema pulmonar y de cirrosis. Sin embargo, su hija comentó la situación en la Universidad Francisco de Paula Santander (Ufps), que hizo una brigada de salud especial para atender su caso. “Estoy muy agradecida con la corporación y con la universidad, por todo el apoyo”, dijo María del Rosario. 

Por su parte, Oscar Villamizar, líder de la corporación, señaló que Antonio Bolívar es un orgullo para la todos y un ejemplo de vida para la comunidad. 

Rectores condecorados 

En la ceremonia en la que se graduaron 700 estudiantes de todas las edades de sectores vulnerables de la ciudad, los 28 rectores de las instituciones públicas que apoyaron el proceso formativo, recibieron una condecoración por parte de la Alcaldía de Cúcuta, por su entrega y compromiso con este proyecto social.

Oscar Villamizar, líder de la Corporación Ser Humano y encargado de las actividades académicas del programa de bachilleres, señaló que la labor de los rectores fue de suma importancia en esta iniciativa. 

“Nosotros como corporación y operador privado aportamos el modelo educativo, pero cada una de las instituciones eran las responsables de llevar a cabo las actividades y de garantizar la continuidad de los estudiantes”, expresó.   

Al igual que resaltó el desempeño de los graduandos.

“Es admirable ver tantos jóvenes y adultos con ganas de superarse”, destacó Villamizar.