Las autolesiones (o cutting) y el acoso (o bullying) virtual son prácticas que están apareciendo cada vez con más frecuencia en los colegios. Ambos comportamientos son manejados por los comités de convivencia de los planteles.

En el colegio Rivera Laguado, en el barrio El Contento, tienen cuatro casos de autolesiones, manejados a través de la psicorientadora de la institución. El rector, Rubén Jiménez, fue enfático al precisar que cuando este tipo de situaciones se presenta en los planteles, enseguida se activa el plan de atención.

En este plantel hay cinco menores de edad afectados y, según la orientadora, existe en estos niños una especie de desequilibrio emocional y ausencia de bases fundamentales en la familia. 

La secretaria de Educación, Doris Angarita, precisó que existe una ruta de atención para este tipo de casos, sobre los cuales se trabaja rápido, una vez se tiene conocimiento de ellos.

Explicó que los padres, el docente o quien tenga conocimiento de estos casos debe reportarlo al consejo directivo o al rector, luego el rector activa la ruta con el comité de convivencia, donde se define qué tipo de situación se presenta, de acuerdo con la ley 1620 de 2013.

En este espacio se precisa si se requiere orientación, y es el orientador del colegio el primero en conocer de primera mano los casos, y de definir si va a salud, o si algún caso debe ser tipificado con el código penal para notificarlo a las autoridades.

Ambos destacaron la importancia de que los padres estén pendientes del tipo de contenido que están observando los niños, así como saber con quién anda, a dónde va, y qué está haciendo.