La madre Jesusa Ibáñez, quien llegó a Colombia en 1969 con el cargo de formadora de las junioras, falleció en el asilo Rudesindo Soto donde se encontraba hospedada desde el 2001.

Había nacido en Navarra, España, el 7 de enero de 1933. Con apenas 12 años de edad ingresó como aspirante a la congregación Hermanitas de los Ancianos Desamparados y empezó el noviciado a los 16 años.

Primero estuvo destinada en varias casas de España y en 1969 asumió en Colombia el cargo de formadora de las junioras.  Se radicó en Cúcuta y luego pasó por  Piedecuesta, Santander; Chiquinquirá, Boyacá; y al regresar a Cúcuta ejerció como Superiora.

En 1999 fue destinada a la casa de San Cristóbal, Venezuela, y en el 2001 regresó al asilo Rudesindo Soto. Fueron 69 años que le dedicó a la vida religiosa y 51 transcurrieron en el servicio de los adultos mayores de Colombia.

En la despedida que se le hizo frente a su morada se destacó que “fue una persona con grandes cualidades, que supo poner al servicio de la comunidad en todas partes donde vivió, siendo muy estimada por todos los que la conocieron”.

La directora del Asilo Rudesindo Soto, hermana María Barreiro, anunció que “murió plácidamente, en la madrugada del 9 de enero, dejando un gran ejemplo de aceptación de la voluntad de Dios, así como de saber soportar las limitaciones que la enfermedad fue dejando en ella, la pérdida de la vista a causa de la diabetes y el tener que estar totalmente dependiente de las enfermeras”.

En su memoria se oficiará una misa el domingo 19 de enero en el asilo de ancianos Rudesindo Soto a las 7:00 de la mañana.