Algunos hubiesen salido espantados al ver este animal, por su fama de mortífero. Sin embargo no todas las especies de serpientes son enemigos letales del hombre. Por eso, un par de vecinos de la vereda Patillales de Cúcuta, en la vía a Puerto Santander, se encontraron con un hecho de la naturaleza que pocos tienen la oportunidad de observar con sus ojos: una culebra devorando a otro animal.

En un muro de su vivienda se percataron del movimiento de la víbora y cuando se acercaron se dieron cuenta de que en su boca sobresalía el cuerpo de una rana, que luchaba por su vida, aunque ya nada podía hacer. 

“Miren cómo la está absorbiendo lentamente… esta es la longitud de la serpiente cazadora, tremendo desayuno, con eso ya cubre la necesidad de almuerzo. Ya se me está volviendo la boca agua de ver semejante comidota. La rana trata de librarse pero ya va más del 60% dentro de la serpiente”, es parte del relato del hombre que grabó el momento.

Paulatinamente, el anfibio fue desapareciendo, mientras la culebra hacía valer la cadena alimenticia, ni siquiera los espectadores la distrajeron de su propósito. “Así es la vida… no sabemos a qué hora nos tiran del cuello de la camisa sin saber hacia dónde”, sostuvo el narrador del curioso momento, que duró casi 4 minutos. 

Esta víbora verde con escamas, al parecer, es una Opheodrys aestivus, conocida como serpiente verde áspera, la cual es común encontrarla en Norte de Santander. Es de hábitos arborícolas y suele permanecer camuflada entre los mismos. Su alimentación está basada en insectos, son diurnas y no evaden el calor del día.