El plan maestro de saneamiento y vertimientos de aguas servidas Colector Rudesindo Soto-Villas de la Paz-Belén de Umbría-Quebrada Tonchalá, cuya construcción ofrecería solución definitiva al problema de contaminación en el occidente de Cúcuta, está interrumpido por culpa de las invasiones de predios.

La advertencia la hizo la administración municipal, que señaló que el municipio debe actuar cuanto antes para que la inversión que se tiene presupuestada allí  por parte de la Corporación Autónoma Regional para la Frontera Nororiental (Corponor) no se pierda.

El municipio precisó que los trabajos están suspendidos además por la permisividad de la pasada administración de no impedir las invasiones Las Canarias y La Isla en la zona por donde debía pasar el colector y el canal de aguas lluvias.

El ingeniero Mauricio Bolívar, del departamento de estudios y diseños de la empresa Aguas Kpital, señaló que el Plan de Ordenamiento Territorial especifica que debe haber tres metros a lado y lado del canal, como área de protección pública,  y en el área de los trabajos no se conservan, por lo que los trabajos se encuentran detenidos.

Dijo que es muy difícil cumplir con el tendido del colector con obstáculos de esta naturaleza, sin tener por donde extender las tuberías o ingresar maquinaria.

El colector corresponde a la microcuenca de Las Brujas, que maneja vertimientos que vienen de los barrios Rudesindo Soto, Villas de la Paz, Belén de Umbría y que conectarán con  la quebrada Tonchalá.

El proyecto lo inició años atrás Corponor y en su recorrido en diferentes fases hay un impedimento social: las invasiones, que tienen frenados los trabajos faltando 500 metros para el trazado final.

Al ser indagado por la presencia de invasiones en el área donde se construye el colector, el alcalde, César Rojas, anunció ayer que los ranchos no pueden ser impedimento para los trabajos y, por ende, serán desalojados.

El mandatario mencionó que la misma situación se presenta para la expansión eléctrica de la zona de occidente que tiene presupuestado la empresa Centrales Eléctricas de Norte de Santander – EPM.

Según funcionarios, el municipio está en mora de reunirse con Corponor y Aguas Kpital para que se supere este impase y se pueda continuar el proyecto.

Bolívar precisó que lo que preocupa de las invasiones es que hay viviendas construidas en material durable, ladrillo, bloque y concreto en las zonas de protección.

Rojas señaló al respecto que este desorden urbanístico se produjo en administraciones anteriores y que su deber es desalojar para facilitar no solo la construcción del colector de aguas servidas, sino también la expansión eléctrica que tiene proyectada la empresas Centrales Eléctricas de Norte de Santander- EPM.