La semana anterior fue de angustia para una venezolana, luego de que su hijo de 9 años desapareciera.

La mujer incluso denunció el caso en la Fiscalía, en Cúcuta, pues durante la desesperada búsqueda algunos le dijeron que un hombre y un adolescente tenían a su hijo pidiendo dinero en las unidades de transporte público y supuestamente lo drogaban.

Los hechos fueron contados a La Opinión por la madre del infante, Betsy Prunelin Márquez Uzcátegui, quien durante esos días no pudo dormir y recorrió la ciudad, repartiendo volantes y revisando hasta “en las alcantarillas”, con el fin de encontrar a Santiago Alejandro.

 

 

 

 

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Esta madre clama desesperada a las personas que puedan saber del paradero de su hijo, tiene más de 8 días de no verlo y argumenta que le han dicho que lo tiene un hombre y un joven drogandolo para pedir Plata. Si alguien lo llega a ver, por favor informar al 321-9158665.

Una publicación compartida por 1040AM La Voz Del Norte (@lavozdelnorte1040am) el 30 de Jul de 2019 a las 7:51 PDT

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Detalló que su hijo afortunadamente apareció en la sede del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la noticia la recibió este martes de parte de una funcionaria del ente, quien vio en las redes sociales un video con la súplica de Márquez y en seguida la contactó. 

¿Qué sucedió?

El pasado miércoles, Betsy Prunelin Márquez Uzcátegui se encontraban en los alrededores del parque Cúcuta 300 años con su hijo. Durante las vacaciones escolares en Venezuela suele viajar a Cúcuta y ese día el niño se estaba en uno de los comercios de la zona cuando fue abordado por un adolescente de 15 años.

Según Márquez, Santiago Alejandro le contó que el joven lo enredó para que se fuera con él a vender caramelos y ganar así dinero; pero todo estos días lo mantuvo viviendo en una habitación cercana al terminal de transporte, por lo que el quinceañero cancelaba 25 mil pesos por día.

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Lo peor de todo este hecho es que el adolecente lo puso a expender los dulces, como le había dicho, pero todo el dinero se lo quitaba, es decir, que lo estaba explotando laboralmente, hasta que a la Policía le llegó la información de que ella estaba buscando al niño, lo reconocieron en la calle y pusieron a ambos menores en custodia del ICBF.

“Yo pido a las autoridades que averigüen, por qué él cargaba a mi hijo y no lo quería soltar. No vaya a ser que detrás de todo esto haya hasta trata de personas, uno nunca sabe, y le pueda pasar a otras madres”, afirmó la mujer.

Destacó que la trabajadora de Bienestar Familiar se enteró que Betsy Prunelin Márquez buscaba a su hijo por medio las redes y reconoció el niño,  a quien luego le preguntó el nombre, debido a que él no había querido identificarse.

El pequeño le indicó que nunca le dieron nada extraño a beber y que está bien de salud. Sin embargo, le practicarán exámenes médicos para descartar que haya ingerido cualquier sustancia estupefaciente.

Policía adelanta campañas preventivas

El capitán Jean Carlos carrillo Corzo, jefe del Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), informó que del caso se encargó el Grupo Especial Migratorio (GEM), el cual puso en resguardo a los menores.

Señaló que ninguna ciudad está exenta de explotación infantil, por lo que la prevención es primordial. Es por eso que la institución adelanta continuamente campañas de prevención en colegios, semáforos y lugares públicos, uno de ellos es el programa ‘Abre tus ojos’, el cual maneja varias temáticas, entre ellas:

• Prevención al consumo de sustancias alucinógenas. 
• Manejo del tiempo libre.
• Uso de redes sociales.
• Prevención del bullying. 
• Prevención del trabajo infantil. 
• Prevención en alta deserción escolar.

El dato

Según el ICBF, Norte de Santander es el departamento, superado solo por Bogotá, con más niños y adolescentes trabajando. 471 menores fueron identificados en los primeros cuatro meses de 2019, 118 de ellos venezolanos, quienes ingresaron a los programas del instituto.

En el mundo, 21 millones de personas son víctimas de trata de personas y el 30% de ellas son menores de 18 años (23% niñas y 7% niños), según cifras del la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Informe Global de la Trata de Personas 2018 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).