Los accidentes viales que involucran todo tipo de usuarios de vehículo y peatones sigue siendo una preocupación para la secretaría de Tránsito de Cúcuta, entidad para la cual la culpa recae en el Gobierno Nacional por la laxitud en materia de inmovilización de los vehículos, en especial cuando se trata de imponer sanciones por embriaguez.

Para José Luis Duarte, titular de la dependencia, “falla el Gobierno Nacional porque la norma es muy flexible” y a los conductores ebrios se les inmoviliza el vehículo entre uno y 20 días, razón por la que “no les importa siquiera el comparendo, porque al final siempre les entregan el vehículo”.

Al respecto, afirma que una solución sería reducir el monto del comparendo “porque 37 millones de pesos no los paga nadie, y el problema es para tránsito porque se forma una cartera”.

“Mejor, o paga la multa completa, o espera hasta que se termine la suspensión de su licencia, y ahí sí se pondría en cintura a los conductores”, afirma.

Para el caso local, se esperan avances en el cobro, a través de la concesión de tránsito, la cual se encargada junto con los inspectores de policía, de citar, fallar, exonerar, o efectuar los cobros persuasivo y coactivo.

Si la concesión cumple las metas, la secretaría podría ser sostenible “al cien por ciento en tres años”, según cálculos del funcionario.

Sin embargo, la dificultad radica en los vehículos venezolanos, por los que nadie responde, aunque con la posibilidad de internación, se podrían tener los datos y dar seguridad a la ciudad, “porque son estos vehículos los que más hacen caso omiso a las normas de tránsito”.

Otro de los desafíos es la cultura vial pues, según Duarte, “a estas alturas de la vida, siguen conduciendo sin Soat, sin revisión técnico-mecánica, sin licencia”.

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Intersecciones peligrosas

-Anillo vial con avenida 2, barrio La Concordia.

-Calle 24 con avenida 2, en inmediaciones de Virgilio Barco.

-Avenida 2, entre calles 8 y 12, del barrio Aeropuerto.

-Avenida Libertadores, hacia el barrio Las Américas.

-Calles 16N , 9N, 8N, 2N con avenida 7.

-Redoma del terminal.

-Autopista Atalaya con calle 1.

Cultura vial

Aunque se siguen imponiendo comparendos, la cultura vial no ha mejorado; prueba de ello, la queja de los concejales sobre los 19 años del convenio entre la Alcaldía y la Policía de Tránsito, y los nulos avances en esta materia.

Por ello, para el concejal Carlos Abreo, además de que la policía debe ganar la confianza de los conductores, se debe analizar que los comparendos “no han servido para cambiar la mentalidad de la gente”, razón por la que invitó a “articular con la secretaría de Cultura, para recuperar la cultura de tránsito”, y generar cambios integrales en la ciudadanía que trasciendan la “cultura del comparendo”.

Entre tanto, el concejal Guillermo León Báez conminó a la secretaría a efectuar más controles preventivos para reducir la accidentalidad, mientras que la concejala Nelly Santafé instó a la dependencia a hacer mayor presencia cuando los estudiantes salen de los colegios, “pues se ve poca presencia de la policía”.

Así mismo, la corporación insistió en la urgencia de avance en la señalización y demarcación vial, para evitar las excusas de los conductores para cumplir las normas, por causa de descuidos del municipio, a la vez que se insistió en explicar con suficiencia a la ciudadanía todo lo relacionado con movilidad y tránsito.

Si bien la secretaría da cuenta de acciones de formación en seguridad vial con 7.299 personas capacitadas, se reconoció el reto que queda en materia de señalización.

Por ejemplo, en 2017 se dio un avance de 23 por ciento en señalización vertical, y 34 por ciento, horizontal, y para 2018 se proyecta abarcar 518 metros e instalar 40 señales.

De otro lado, Duarte considera que poner fin al pico y placa sería una medida acertada para mejorar la movilidad, siempre y cuando se implemente la totalidad de la red semafórica, pues con la llamada ola verde “el pico y placa no sería necesario, o se le haría una modificación” en el sentido de imponerlo únicamente al mediodía.