Todo lo que se propusieron las mujeres y hombres campesinos que hoy habitan el barrio Brisas del Río, en el corregimiento de Agua Clara, lo consiguieron, y de qué manera.

Lograr cristalizar el sueño de tener casa propia, en la tierra que los vio nacer, no tiene comparación, ni precio, dice Carolina Orduz, administradora de la junta de vivienda que se creó por allá en 2012 cuando empezaron a dar los primeros pasos de este proyecto que dotó de un techo a 120 familias pobres del sector rural.

La edil Patricia Cardona fue la gestora del proyecto. En sus manos se empezó a labrar el sueño de mujeres cabeza de hogar, de viudos, de familias desplazadas, todos pobres pero con inmensos deseos de superación.

La constancia en torno a Brisas del Río era tan fuerte que no hubo cabida para el fracaso ni la decepción.

Cardona presentó el proyecto a concurso en el Banco Agrario, y de una clasificó. Las metas, en un corregimiento con tanta necesidad en materia de servicios públicos como agua y alcantarillado, tampoco fueron obstáculo.

“Ella (Cardona) nos llamó a las 120 familias, y en una reunión nos presentó el proyecto. Nos dijo que lo primero que había que hacer era comprar el lote y para ello había que poner una cuota inicial de 2 millones de pesos, mucha plata para una familia pobre, pero no imposible para quienes llevábamos anhelando hacía 20 años por un techo propio”, dijo Carolina Orduz, la administradora de la junta de vivienda que se creó ese mismo día que se dio el primer paso.

En 2013, con el lote comprado y con los $12 millones de subsidio que le entregó a cada familia el Banco Agrario, despegó el sueño. La meta era no dejarlo apagar, dijo Orduz.

“Lo que se necesitó de ahí en adelante salió del sudor de nuestras frentes. Unas veces con rifas que hacíamos, otras con cuotas de 20 mil pesos que nos proponíamos de meta mensual por familia e, incluso, hasta hicimos concursos a la tapita de cerveza, para generar ingresos”, dijo Ana María Castro, otra de las protagonistas del proyecto.

Orduz dijo que también les tocó aportar mano de obra en jornadas de aseo y en la construcción de los servicios de acueducto y alcantarillado. “Fueron casas hechas a pulso y con mucho sacrificio, por eso la felicidad enorme que sentimos ahora”.

Pero también fue en la actual alcaldía que lograron dar la estocada final al proyecto. Al presentarle al alcalde la propuesta de la pavimentación y de un parque para que los niños jugaran, “la respuesta que nos dio César Rojas fue contundente: cuenten con eso, porque yo no quiero inaugurar casas en medio de un barrizal”, dijo Cardona.

‘El agua no faltará’

El alcalde César Rojas dijo el domingo a la comunidad del corregimiento de Agua Clara que en asocio con Corponor se emprenderá un proyecto para recuperar las cuencas de donde extrae el agua para su consumo.

Anunció que las cuarenta hectáreas en las que tiene la captación de agua el corregimiento serán recuperadas para los campesinos, para que nunca les falte el líquido.

“Vamos a amarrarnos los calzones para hacer respetar la cuenca de Agua Clara, porque la población ha venido creciendo y cada vez se requiere más agua para el consumo”, dijo Rojas en referencia al pleito que hay con un ganadero de la zona en cuyo predio se encuentra la captación.

La comunidad ha pedido en reiteradas oportunidades que esas 40 hectáreas sean recuperadas para construir allí el acueducto.