El timonel uruguayo, que asumió a finales de agosto en reemplazo de Álvaro Aponte, salió a desmentir ayer los rumores que han circulado durante la semana sobre su posible salida del Cúcuta a causa del incumplimiento en el pago de su sueldo.

“A mí me gusta ver el vaso medio lleno, no medio vacío”. Con esa frase describió el técnico del Cúcuta Deportivo, Julio César González, la mentalidad con la que afronta la preparación del tramo final de la temporada, donde los jugadores rojinegros tendrán que disputar la promoción para mantener la categoría, mientras piensan que, a puertas de finalizar el año, las cuentas donde deberían estar sus salarios se encuentran vacías.

El timonel uruguayo, que asumió a finales de agosto en reemplazo de Álvaro Aponte, salió a desmentir ayer los rumores que han circulado durante la semana sobre su posible salida del Cúcuta a causa del incumplimiento en el pago de su sueldo.

Aunque de forma diplomática evade el tema económico y siempre se mantiene al margen de los asuntos extradeportivos, González reconoció que los directivos están cerca de solucionar los inconvenientes financieros que actualmente tienen a la plantilla de jugadores sin recibir su correspondiente salario.

“Hay cosas que no se deben hablar públicamente. Por suerte tenemos buen diálogo con los directivos y los entendemos. Sabemos que esto está cerca de arreglarse”.

Incluso, reconoció que los rumores de su desvinculación del cuadro motilón llegaron hasta su familia en  Montevideo (Uruguay).

“Me llamó mi hijo preocupado y tuve que tranquilizarlo porque acá estamos trabajando como todos los días”, afirmó el técnico.

Así no lo reconozca, en los jugadores es evidente el malestar por el incumplimiento en los pagos, pues aunque vienen entrenando con normalidad, cumpliendo con su parte de lo acordado con los directivos, esperan que para el primer partido del 7 de diciembre, tengan al día los salarios.

No obstante reconoce la entrega que los futbolistas ponen en cada entrenamiento y la confianza que recuperaron con la llegada de los resultados positivos. “Como los veo entrenar estoy tranquilo porque los veo trabajar y haremos un buen papel”.

Es consciente de que llegan a los partidos de promoción sin el ritmo con el que seguramente irán Rionegro, Uniautónoma o Fortaleza, pero sabe que enfrentarán los juegos con más horas de descanso que sus rivales.

Por cuestiones económicas, el Cúcuta Deportivo no ha podido pactar ningún partido amistoso para  afinar detalles hacia la promoción. Sin embargo, no se descarta que un equipo del estado Táchira (Venezuela) pueda servir de examinador sobre la condición de la tribu rojinegra en las dos semanas que restan de preparación.

Desde hace dos meses, el cuerpo técnico viene grabando los partidos de la B de los posibles rivales que pueda enfrentar el Cúcuta, para trabajar la parte táctica cuando ya esté definido el contrincante. Además, González acudirá a los partidos de las finales de la B para tener un concepto más amplio del rival que enfrentará.