Veintidós jugadores y once miembros entre el cuerpo técnico, médico, utilería y administrativo siguen laborando con el Cúcuta Deportivo, aun sabiendo que sus contratos están suspendidos pero con la esperanza de que el liquidador Arturo Acosta Villaveces haga las gestiones ante la Superintendencia de Sociedades para continuar con los mismos. 

Mientras eso sucede, tras la declaratoria de la apertura del proceso de liquidación judicial, el pasado 11 de noviembre, el plantel vive lleno de incertidumbre pensando en el futuro de la institución, con apuros económicos y con el ansioso deseo de poder jugar este año la Liguilla. 

El 12 de noviembre, los timoneles gerenciales abandonaron el plantel a su suerte en Armenia. José Augusto Cadena se desapareció del mapa, el gerente Nelson Parada se apartó de su cargo, los demás administrativos se fueron y tan solo quedó el delegado deportivo Andrés Bautista, quien de momento es la única persona que trabajó con la administración pasada acompañando al plantel en esta situación. 

“Cuando se dio el tema la liquidación nadie nos llamó. El expresidente no apareció. A Andrés Bautista le agradecemos como jugadores porque fue solidario con nosotros porque otro hace como las otras personas, que dieron el paso al costado”, afirmó Diego Peralta, uno de los jugadores más experimentados del equipo.

Bautista es un hincha más del Cúcuta, como los miles que siguen al rojinegro. Intentó vincularse a la institución a inicios de 2013, año en el que empezó la era Cadena pero en  su momento no fue posible. Su primer contrato con el motilón lo logró en 2015, cuando empezó como asistente de comunicaciones y  en el manejo comercial. Luego estuvo de lleno con la rama comercial y coordinaba las divisiones menores para posteriormente también trabajar como asistente de video y delegado deportivo. En ese lapso de tiempo de cinco años, renunció dos veces por desacuerdos salariales con Cadena. 

Andrés Bautista aceptó una entrevista con La Opinión para conversar sobre la crisis histórica que vive el club. 

¿Cómo está el personal del Cúcuta?

Empleados no hay ni uno porque los contratos quedaron suspendidos a partir del 11 de noviembre. La situación actual es que estamos por voluntad propia 22 jugadores, el cuerpo técnico (5), la utilería (2), el cuerpo médico (2), el conductor del bus y yo. 

Estamos entrenando para que los muchachos tengan su ritmo físico y esperando si podemos volver. Tenemos problemas de vivienda con algunos jugadores y económicos, pues quedamos con  salarios pendientes hasta el día de la liquidación. La verdad estamos esperando si la institución logra funcionar nuevamente. 

¿Cuántos meses de salario terminó debiendo Cadena?

Hay jugadores de la región a los que se les quedó debiendo un mes, a otros dos y hay otros que ya llegan hasta  los tres. 

¿Cuántos jugadores hacen parte de la institución?

De momento todos están en libertad de irse, pues tienen suspendidos sus contratos. Si se llegan a reactivar, son entre 6 o 7 activos del club. El resto terminan contrato en diciembre y muchos ya tienen ofertas de otros equipos, incluyendo a los de acá. 

¿Qué pasó con el expresidente?

No tenemos ni idea. La última vez que tuve contacto con él fue en Bogotá el día de la audiencia, en el receso que hubo al mediodía. Me comentó como iban y después con el plantel viajamos a Armenia. Vimos la audiencia con los jugadores y el momento en el que decretaron la liquidación. Ahí no supimos que íbamos a hacer. Lo llamamos pero él se desconectó del tema. Sé que jurídicamente no tiene la obligación de hablar con ninguno de nosotros. No hemos tenido contacto. Desde ese día no sabemos nada de él. 

Lo tildan de ser un defensor de Cadena. Recuerdo que en la audiencia del 13 de agosto usted intervino y alegó que la liquidación no era el camino porque se afectaba a los trabajadores, ¿qué decir frente a ello?

Por esta institución siempre daré todo hasta el último día. Sea quien sea el dueño, la historia debe prevalecer. Son 96 años que se ha mantenido con altas y bajas. Ni Cadena es eterno, ni yo, ni los jugadores. Todos pasan. Hice la intervención porque conozco la parte administrativa del club y sabía que esto se veía venir. 

En este momento, ¿a quién le cobramos? Aparte no podemos hacerlo porque las deudas quedaron congeladas, entonces quedamos con contratos suspendidos que pueden ser terminados o reanudados en caso de que el equipo vuelva a funcionar. 

Yo lo único que le puedo decir a la gente es que antes de juzgar a una persona tienen que conocerla. A mí las personas que me conocen tanto cucuteños como también los jugadores de afuera y los de la región, saben la entrega que yo he tenido todos los años con esta institución. 

El ser parte de la administración Cadena me trae como consecuencia esa imagen, pero hay gente que conoce cual ha sido mi trabajo en todo este tiempo en la institución y saben mi compromiso por encima de los nombres, porque yo no llegue hasta acá por Cadena, yo venía haciendo una presión desde el 2013 con la anterior administración por querer estar aquí. 

Aún con todo lo que ha sucedido, ¿cómo define a Cadena?

Lo defino como una persona que no se da por vencido muy fácilmente. A pesar de que puede tener mil problemas, no se rinde y teniendo una ciudad en contra, con mil quejas de jugadores y demandas, el seguir adelante con eso, como ser humano, no es fácil.

Es una persona que cometió errores que en algún momento nos lo reconoció a nosotros y otras veces no. Tuvimos molestias y muchas diferencias personales con él. 

Administrativamente nadie hizo plata en esta institución. Solamente tenía un trabajo estable que desde agosto del 2019 para acá comenzó a tener problemas. Todo lo hicimos por pasión y esa pasión a muchos nos costó el rechazo de la hinchada. 

Lo que él tenía en mente, solo lo sabe él. No sé cómo me consideraba, si valoró o no, si agradecerá o no. 

Sus errores o sus malas decisiones hoy causaron lo que está aconteciendo. No solo ha perdido su patrimonio sino que nosotros los trabajadores y jugadores, quedamos a la deriva.  

¿Por qué continúa en el Cúcuta?

La institucionalidad está por encima. Si alguien abandona, está en todo su derecho pero hoy estamos a la espera de las soluciones del liquidador. Yo puedo irme, mi credibilidad y profesionalismo me abren puertas. ¿Qué si tengo problemas económicos? Cualquier cantidad pero tengo la convicción de luchar como me enseñó mi papá. Luché con él contra una leucemia hasta el final. 

Hoy es curioso comparar pero el Cúcuta es como si estuviera en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Yo quiero estar ahí de manera personal gestionando lo que tenga que gestionar. Si me necesitan, pueden contar conmigo. No soy ningún infiltrado de Cadena. Ya uno sabía donde estaba y a que se atenía. Si él recupera la empresa, porque puede pasar, seguramente no haré parte por el hecho de yo estar acá. 

Vamos a estar con el Cúcuta, que está en el aire. Si deja de existir, hasta ese día o hasta el día que me dejen estar. 

Sin reconocimiento deportivo vigente y en proceso de liquidación, ¿Cuál es su mayor miedo?

Que la institución desaparezca, que es un riesgo inminente. Esto no ha sido fácil. El Cúcuta cumple todos los requisitos para ser suspendido de la Dimayor y hasta en el peor de los casos ser retirado como club afiliado. Ese es mi mayor miedo. 

¿Qué le diría al liquidador?

Necesitamos inmediatez. El miércoles hay asamblea de presidente de la Dimayor y el Cúcuta tiene todas las enfermedades juntas. Primero que tenga la intención de salvar la institución deportiva y administrativamente. El tema es urgente. 

¿Qué le ha dicho la Dimayor?

El presidente Fernando Jaramillo ha hablado con el grupo, conmigo y está interesado en la recuperación de la institución. Lo mismo Vladimir Cantor, el gerente, pero sabemos que no está en manos de ellos. El tema está en manos de los clubes, del Ministerio de Deporte y la Supersociedades. 

¿Cree que los presidentes de los clubes estarían en contra del Cúcuta?

Puede pasar cualquier cosa. La respuesta la tienen cada uno de ellos. Por la historia del Fútbol Profesional Colombiano lo primordial sería mantener la institución. Tiene mucha historia, es un equipo fundador de la Dimayor. Lo que tengan en mente no lo conoce nadie. Espero que la ciudad no vaya a terminar afectada. 

¿Qué decirle a la hinchada?

Que sepan que los que hoy estamos acá, estamos de corazón con la esperanza y fe de que todo salga bien. Vamos a darlo hasta el último día. Esto está siendo agonizante. Vamos a estar hasta el día que veamos una posibilidad.