Los motilones se complicaron el ascenso a solo dos partidos de llegar a la final del Torneo Águila 1-2017. El cuadro dirigido por Flavio Robatto perdió 5-2 contra el Boyacá Chicó en el partido de ida  por las semifinales, que se jugó en territorio boyacense, la noche del jueves. Así, el Cúcuta queda en la obligación de marcar al menos 3 goles en la vuelta, y 4 si es que quiere avanzar de forma directa.

La ‘tribu’ motilona, que clasificó dentro de los 8 luego de una racha de seis partidos sumando en el complemento de la fase todos contra todos, hoy está nuevamente en apuros y dependiendo de una remontada épica para evitar un nuevo semestre en la Segunda B. 

Se empezó ganando

Dándole la esperanza a toda una hinchada de volver a ver su equipo en la primera división del fútbol colombiano, los rojinegros salieron marcar el ritmo del encuentro y desde el primer minuto se fueron arriba con un gol de camerino convertido por James ‘Taganga’ Castro. El partido era de Cúcuta, tan solo dos minutos después del gol, Juan Andrés Balanta logró eludir al arquero pero al final el esférico rodó por fuera de arco rival.

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Aunque los motilones pegaron primero, los de Boyacá también salieron a buscar sus opciones, y fue al minuto 8 cuando por medio de Misael Riascos, que con un tiro de pena máxima se concretó la igualdad.

Los motilones no doblaron el brazo y aun con un gol engastado en la malla, siguieron con sus intenciones de marcar. Al minuto 37, Erwin ‘el Alpinito’ Carrillo devolvió la alegría sobrepasando la menguada defensa de los locales, pero eso no duró mucho. Faltando 3 minutos para el descanso, el cuadro ajedrezado por medio de Mateo Palacios sentenció el descanso a un empate (2-2).

Los cambió el segundo tiempo

La charla de medio tiempo pareció impactar de forma positiva a los locales, pues salieron más enchufados y con ganas de hacer respetar su localía. Tomaron posesión del balón y el desequilibrio en el marcador llegó al minuto 66 con un gol de Diego Valdés, que finalmente fue el premio al esfuerzo complementario. 

De ahí en adelante fue historia, ‘la tribu’ no reaccionó y el Chicó sentenció. La falta de precisión en la entrega y orquestando ataques lo único que logró fue que los boyacenses se tomaran confianza y liquidaran el partido con dos goles más.

El camino hacia la A se nubló, y se aclarará si mañana logran la hazaña. 

El objetivo será volver a la mentalidad ganadora que los llevó a la semifinal, y concretar las opciones de desaprovecharon en este partido de la ida.