Tras diferente solicitudes radicadas a la Superintendencia de Sociedades, el ente a cargo de la liquidación judicial del Cúcuta Deportivo, decidió modular los efectos de la misma y le permitió al motilón explotar su actividad económica, que en este caso es jugar al fútbol profesional. 

La medida se toma por cuatro meses a los que a la postre el liquidador deberá demostrar que efectivamente jugar le permite tener flujo de caja.

Del mismo modo, en los siguientes  10 días Arturo Acosta Villaveces (el liquidador del Cúcuta) tendrá que presentarle a la Supersociedades los contratos que debe continuar. 

De igual forma, la Supersociedades requerirá al liquidador “para que informe al Despacho la cuenta bancaria que dejará subsistir para efecto del ingreso de recursos destinados a los pagos necesarios derivados de los contratos que continuarán vigentes, por gastos causados luego de la apertura del proceso de liquidación”.

Asimismo advirtió al liquidador que, “los dineros contenidos o que lleguen a recibirse en la cuenta bancaria destinada para el efecto antes mencionado, deben emplearse únicamente para la continuación de la prestación del servicio descrito”. 

Con esta noticia, el Cúcuta Deportivo llega a la Asamblea de la Dimayor con el aval por parte de la Superintendencia de Sociedades para jugar y solo faltaría que el Ministerio del Deporte acepte la solicitud de levantar la suspensión del reconocimiento deportivo de la institución.

Lea aquí:  autorizacion_de_la_ejecucion_del_objeto_social_del_cucuta_deportivo.pdf