Frecuentemente y por diferentes medios se repiteun trillado dicho, muy ciertopor demás, que reza así: “Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla”.  Para los cucuteños y los nortesantandereanos qué bueno sería que ésa frase, muchas veces empleada sólo de cajón, la tuviéramos presente para recordar lo que fue nuestra clase dirigente en los primeros 60 años del siglo pasado.

Hago este planteamiento considerando que después de terminada aquella época brillante para nuestra región, con algunas breves excepciones, hemos vivido una especie de permanentepatria boba pues la capacidad de nuestra dirigencia ha quedado en entredicho por la falta de visión, de emprendimiento, de capacidad, de probidad y sobre todo de preparación y conocimiento que son condiciones indispensables para ser un buen dirigente, tal como lo fueron nuestros abuelos.

Qué bueno y qué tan conveniente sería que a través de nuestras universidades, la Academia de Historia y tantas otras entidades dedicadas a “recordar es vivir”, se hiciera énfasis en lo que fue esta región en ésa brillante época del siglo anterior cuando fuimos pioneros de muchos de los proyectos que hoy el país entero acoge como suyos: el cultivo del café, el primer tren, laprimera planta eléctrica, la primera fábrica de telas,las exportaciones e importaciones por el lago de Maracaibo, para sólo citar algunas de las grandes ejecuciones de ese entonces que destacaron a Cúcuta como un verdadero polo de desarrollo económico y generador de ingresos para todo el  país.

Afortunadamente, hoy por hoy avizoramos un nuevo amanecer debido a que la juventud está ávida de asumir responsabilidades y la clase dirigente ya  es consciente de que se necesitan“nuevos aires” para devolverle a la región el brillo y el lustre que se necesitan para retomar el rumbo que nos marcaron los abuelos. Hay que aprovechar la innegable capacidad intelectual y de trabajo de muchos cucuteños preparados y honestos que tengan la capacidad ejecutiva de llevar a Cúcuta y al departamento por el sendero del desarrollo requerido.

Las próximas elecciones serán el punto de partida para el verdadero cambio de mentalidad, el voto libre dará el triunfo a nuestros mejores y más representativos hijos, volveremos aportar lo que nunca debimos perder: un sitial de honor en nuestra querida patria.

Cucuteños y nortesantandereanos, ¡sí somos capaces!