En respuesta al artículo de fecha 12 de enero del 2020 del Dr. Cristo en el cual hace un recuento de las dos primeras semanas del año. Muy respetuosamente me permito estar en desacuerdo con usted.  

Primero, usted está infundiendo pesimismo cuando dice “que nos espera un año feo”. Percibo que su columna es una estrategia que busca crear pánico moral en el país y la ciudad de Cúcuta.  Veamos que es pánico moral: Es “una reacción de un grupo de personas basada en la percepción falsa o exagerada de algún comportamiento – idea o noticia- peligrosamente desviado y que representa una amenaza para la sociedad”. El hecho de querer imponer ideas funestas sobre lo que será la política del año 2020 en Colombia como en Cúcuta incita un ambiente desalentador contrario a lo que necesitamos que es la esperanza de un futuro mejor. ¿Podría decirse que publicar un artículo tan negativo y sesgado tiene esta intención de pánico moral?  

No, no estoy de acuerdo con usted al contrario de sus augurios. Creo, que entramos en una era 2020 de cambios positivos. Veamos, a nivel nacional usted se refiere a la terminación del año con las marchas las cuales creemos que el pueblo fue engañado pues el verdadero fin de la izquierda del señor Petro, Robledo y Cepeda, por cierto sus amigos, era igualar a Chile e incendiar el país, pero no les resultó. 

Los que marcharon el primer día por sus derechos como ciudadanos los cuales apoyamos totalmente son los mismos que amamos esta tierra y no permitiremos que sea incendiada por una ideología política destructiva e izquierdista.

Ahora, hablemos de nuestra amada ciudad de Cúcuta, observo con un poco de admiración que usted se refiere a Venezuela como el “vecindario y habla de su crisis institucional y de la necesidad de sacar del poder a maduro” termina usted este fragmento diciendo: “Colombia más que nadie lo necesita para frenar la tensión fronteriza y el imparable flujo migratorio”.

Si, Dr. Cristo Colombia necesita ayuda en el tema migratorio, sobre todo quienes más hemos sufrido somos sus coterráneos. Sabíamos que se venía para Cúcuta un gran problema inseguridad, salud, y educación.  Hagamos memoria, esta crisis empezó en el año 2002 cuando los primeros venezolanos entraron a Cúcuta, unos a comprar alimentos, medicamentos y otros a quedarse.

Esta crisis no empezó hace 1 año con el presidente Duque ni los asesinatos de líderes sociales tampoco. Usted fue Senador en los años 2002-2006-2010; ministro del interior en el año 2014 y estuvo en el poder 8 años.

Año tras año se agravó la situación en Cúcuta y como lo he preguntado en anteriores columnas ¿qué hicieron nuestros dirigentes para detener esta crisis que estamos viviendo? Termino invitándolo a tomar una actitud esperanzadora y colaboradora por nuestro país y la ciudad que nos vio nacer. ¡CREO que a Colombia y mi Departamento le espera un 2020 de posibilidades en todos los aspectos, donde recuperaremos a nuestra ciudad!