La Ley 30 de 1992, en sus artículos 28 y subsiguientes consagra la autonomía universitaria y el derecho de las Universidades para designar sus autoridades académicas y administrativas; en atención a esa autonomía, el Honorable Consejo Superior de la Universidad de Pamplona, en sus atribuciones legales promulgó en el año 2002 el Acuerdo 027 por medio del cual actualizó el Acuerdo 042 de 1999 donde aprobó el Estatuto General de la institución pamplonesa, incluyendo el Artículo 26, en el que ya aparece el parágrafo en mención y que fue modificado por el HCSU el 7 de noviembre de 2008, manteniendo la esencia del mismo. De lo anterior se puede determinar que no fue la administración de Elio Daniel Serrano Velasco, quien promulgó dicho parágrafo y que, aun cuando no fue él, quien solicitó su aplicación, le asistía el derecho de invocarlo en aras de lo que actualmente está establecido en la normatividad vigente.

Sin embargo, el 27 de octubre de 2016 día en el que el HCSU convocara a elecciones para elegir al rector de la Universidad de Pamplona para el período 2017-2020, el periódico La Opinión publicó el artículo titulado “Con cuestionado parágrafo, rector de Unipamplona busca seguir en el cargo” que fue posteriormente consultado con la Universidad de Pamplona y se aclaró que:

Falta a la verdad la nota y especialmente el señor Jorge Ramírez, pues no tuvo en cuenta que cuando el rector de la Unipamplona, Elio Daniel Serrano Velasco, recibió esta universidad, estaba sumida en la mayor crisis académica y de gobernabilidad de su historia, que había perdido 42 registros calificados y 6 más le habían sido negados y que en lo que va de su gestión han renovado 15 registros en 2013, 11 en 2014 más 3 programas nuevos; 14 programas renovados en 2015 sumados a 5 programas nuevos y 3 en lo que va de 2016, adicional a 3 programas nuevos lo que permite hacer un balance en este momento de 82 registros calificados – 53 de pregrado y 29 de posgrados, entre el que se resalta el primer Doctorado con registro propio para una universidad del departamento en el área de Ingeniería de Alimentos.
 
Tampoco es cierto que cuando llegó a la rectoría, encontró cuatro programas acreditados como se menciona en la nota periodística: Ingeniería Electrónica, Ingeniería de Alimentos, Educación Física y Microbiología, el rector informó y aclaró que la decisión que tomó el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) en su sesión de los días 27 y 28 de agosto de 2012, luego de estudiar el informe de autoevaluación del programa Microbiología, fue la de no otorgar la Acreditación de Alta Calidad, es así, entonces, como para el año 2013 cuando comenzó su administración, solo existían tres programas con Acreditación de Alta Calidad, los cuales ha mantenido hasta el momento con el mismo nivel. (Pruebas que hizo llegar al Diario La Opinión, certificadas).
 
Serrano Velasco también dijo, que en materia de investigación la Universidad de Pamplona, se encuentra ubicada en el puesto número 34 a nivel nacional entre 98 instituciones y a nivel departamental se ubica como líder en procesos de investigación, de hecho ASC SAPIENS ubica a la institución en el puesto número 36 a nivel nacional, entre 230 instituciones, siendo líder en Norte de Santander en la implementación de procesos de investigación, teniendo en cuenta el puntaje establecido en la apropiación social del conocimiento, con los perfiles de los grupos de investigación en las categorías A1, A, B, C y D que figuran inscritos en Colciencias.
 
Se ignora y obvia en las afirmaciones del artículo, que pasaron de 17 grupos de investigación a 72, de los cuales 41 están categorizados en COLCIENCIAS y los restantes están en proceso de categorización y que evolucionaron exponencialmente de 35 semilleros de investigación en 2012 a 136 en la actual vigencia.
 
No es cierto que recibió la universidad con un superávit de 17 mil millones de pesos, y a la fecha contaría con una deuda de al menos 20 mil millones de pesos. Se aclara que la participación de la Universidad de Pamplona a nivel porcentual en el presupuesto general de gastos de la nación es de solo 1,52%. De las 33 IES está ubicada en el puesto 20 en cuanto a asignación de los recursos que ascienden a poco más de 37.600 millones de pesos, lo que representa un promedio de 850.000 pesos semestrales por estudiante, efecto que no se compadece con el costo real de sostenimiento y atención, máxime cuando en esta administración no se ha incrementado el valor de las matrículas y si, efectivamente, se ha dado un descuento de 100 mil pesos que al momento de hacer el balance representa una disminución importante en los ingresos institucionales. Aun así, se han honrado cumplidamente los compromisos institucionales, el servicio a la deuda (se han cancelado 8.000 millones de pesos de las acreencias que recibió), el pago a docentes, administrativos y contratistas, pago a proveedores y se han establecido las acciones necesarias para el mejoramiento de la academia, la investigación, la interacción social y el bienestar universitario, en la medida que ha sido posible
 
El rector además, en su calidad de representante de los Rectores de la Región Oriental ante el SUE, solicitó aclarar que los términos de la editorial titulada “La Decencia”, donde se lanzan de manera indiscriminada una serie de afirmaciones, especulaciones, denuncias temerarias y acusaciones gravísimas, sin destinatario alguno y sin pruebas que fundamenten lo que afirman, involucrando, tácitamente, no solo al rector de la Unipamplona, sino a todos quienes ejercen el cargo de rector en las Universidades del departamento y del país, a que se ponga en conocimiento de las autoridades competentes y de los organismos disciplinarios, las denuncias necesarias y probatorias de hechos que relacionen a rectores en algún asunto ilícito dentro de cada alma mater, para  no incurrir en varias faltas a la ley que son investigables y sancionables.
 
Finalmente, Serrano Velasco cuando ya está cerca de cumplir su período rectoral, manifiesta tener su consciencia tranquila y sentirse satisfecho por la labor realizada hasta el momento, sin embargo, reconoce que, aunque ha logrado mejorar muchos de los indicadores que le preocupaban al inicio de este reto, los que aún no se han materializado, expresa, no ha sido por falta de esfuerzo, sino porque las condiciones socioeconómicas y normativas han cambiado y han retrasado algunos procesos.