Duele mucho la partida definitiva de un amigo, más cuando uno no se la esperaba. Tal cual está pasando con los médicos de esta ciudad, tanto especialistas como generales. La pandemia se ha ensañado con el gremio de los profesionales de la salud y casi a diario registramos con mucho pesar el deceso de uno más.

 Ha sido muy singular el comportamiento de esta enfermedad entre los médicos y los demás miembros del equipo de salud, bien sea que estén en la primera línea de atención a enfermos de la COVID-19 o en otras tareas de atención a los enfermos en hospitalización o en la consulta externa. Han sido demasiadas las víctimas del mortal virus, las que hoy estamos lamentando y llorando su ausencia.

 No está claro el porqué de esa susceptibilidad tan especial que ha conducido a esta situación tan singular en Cúcuta que afecta a los médicos y el personal de enfermería tanto del hospital universitario como en las clínicas y la práctica privada que es bien diferente al resto de las ciudades de similar categoría a la nuestra. Los números dicen que uno de cada 3 médicos muertos en Colombia por la COVID-19 es de este departamento. Este hecho añade otra preocupación a estos profesionales y los interrogantes surgidos están dando inicio a investigaciones que puedan servir de base para prevenir futuros contagios y una mejor protección.

 Lo que sí se puede colegir de esta particular letalidad es que sus cifras van de la mano con el creciente número de casos entre la población general, tanto de enfermos como de fallecidos situándonos entre los primeros del país. En esto tiene mucho que ver la indisciplina de los cucuteños que han descuidado de forma evidente las medidas de autocuidado y se lanzaron a las calles sin mantener el distanciamiento prescrito y las demás recomendaciones desde cuando inició la pandemia.

 El ruego de los médicos que, lleva ya varios días, ha sido primero dirigido a la comunidad en general para que tengan en cuenta y practiquen con rigurosidad las medidas de cuidado personal, pero han sido infructuosas estas voces de alerta. A las autoridades se les ha pedido que las medidas encaminadas a disminuir la diseminación del virus sean más “duras” y se ha solicitado una cuarentena. Los gobiernos local y departamental dieron su respuesta y desde ayer cambiaron las reglas de juego para los ciudadanos con la esperanza de que la situación actual se modifique favorablemente.

 Los médicos ya pusieron su cuota de sacrificio con un alto costo, muy alto, porque ha cobrado la vida de muy ilustres servidores que hoy nos acompañan desde la eternidad. En el seno del gremio a pesar de todos estos sucesos adversos, no se ha pensado en renunciar y dejar los pacientes a merced del virus.

 Los cucuteños tienen en sus manos ayudar a controlar esta eventualidad que ya parece un caos y las autoridades deben estar atentas para modificar sus decretos si empeora la situación de la pandemia.

jorgepabonl@yahoo.com