La gesta lograda por el  gimnasta cucuteño Jossimar Calvo en los Juegos Panamericanos que se están llevando a cabo en la capital canadiense, Toronto, es una verdadera proeza, no solo por la cantidad de medallas de oro y bronce obtenidas. Si no por el peso de los contendores que debió derrotar.

Ha puesto Jossimar un punto muy alto para el deporte nacional, sus logros, marcaran un hito en la historia de nuestro deporte muy difícil de igualar y mucho menos sobrepasar.

Esa cantidad de  medallas no las había soñado ni el más optimista; solo él, con su fe y convicción y el arduo trabajo diario creyó en un triunfo tan contundente.

Pero lo más aleccionador, es que se hizo justicia para con nuestro atleta, ya que en los olímpicos pasados le fue negado el cupo para competir con el peregrino argumento de que  los entrenadores de norte de Santander y Antioquia habían sellado un compromiso sobre cuál de los  gimnastas de los dos departamentos iría  a la justa mundial.

Desde luego, el cupo fue para el antioqueño pese a los mejores resultados de Jossimar en  meses anteriores a los juegos.

Se argumentó, que era la última oportunidad que tenía el gimnasta antioqueño para concurrir a una justa de esa índole y que por lo tanto la juventud del cucuteño debía dar paso a la veteranía del paisa.

No podemos imaginar cual hubiera sido la reacción de la dirigencia deportiva de la capital de la montaña si las cosas se hubieran planteado para favorecer al tres veces  dorado Jossimar.

¿Quién fue el responsable de tamaña injusticia? Lo fue su entrenador por el pacto que se dice el realizó, o lo fue nuestra dirigencia deportiva por no haber exigido el cupo que por méritos tenía el cucuteño? ¿Fue gran responsable el Comité Olímpico Colombiano por no haber inscrito a la justa mundial al mejor gimnasta de todos los tiempos? Creemos que todos son responsables de tamaña injusticia, no solo con el atleta si no también con el país al haberlo privado de por lo menos una medalla de oro olímpica.

Gracias a la colaboración de la empresa privada, dentro de las cuales se encuentra  esta casa editorial que nos acoge, el joven dorado ha podido sin mayores apuros realizar su preparación para la justa  internacional. El Comité Olímpico Colombiano que poca presencia tiene en nuestra región  querrá abrogarse el éxito del deportista, en el cual poca o ninguna injerencia tiene.

Jossimar merece la felicitación de todos, pero especialmente merece que se le dote de un verdadero coliseo con todos los modernos equipos  e implementos necesarios para su adecuada preparación. Coliseo que desde luego, además de los implementos materiales debe contar con un grupo humano que lo dirija y apoye.