En todas las épocas, Cúcuta siempre ha contado con valiosos profesionales que se han destacado también en el país y el exterior por sus calidades humanas, profesionales y éticas, en la actividad pública como privada.

Uno de ellos es el médico pediatra Juan Agustín Ramírez Montoya como gerente del  Hospital Universitario Erasmo Meoz.

En la mañana del pasado viernes, asistí a la audiencia pública de rendición de cuentas a la ciudadanía por su gestión realizada en 2014.  Mejor no pudo ser el resultado.

Es producto de la acertada y comprometida labor en equipo realizada entre junta directiva, gerencia, profesionales de la salud, administrativos y técnicos, trabajadores  y usuarios, contando con el necesario apoyo de los proveedores.

Aplicando cada día los principios básicos de administración moderna, logró el equilibrio financiero, corrigió el desgreño administrativo, acabó con nefastos focos de corrupción provenientes de la administración anterior y restableció el principio de autoridad.

Con justificado orgullo publicó ayer una separata que fue distribuida con la edición de La Opinión (¨33 meses reconstruyendo la ESE Hospital Universitario Erasmo Meoz¨), donde informó de los principales logros obtenidos el pasado año, que demuestran la indiscutible recuperación de la entidad en todos los aspectos.

Al concluir su período de cuatro años en abril de 2016, entregará un hospital sin el lastre heredado de 37 mil millones en donde se invertirán todos los recursos para lograr la merecida acreditación institucional.

Todo dependerá de quien gobierne el departamento, para que preserve la exitosa gestión del actual gerente, Juan Agustín Ramírez Montoya MD y que por indudables méritos personales se ha ganado la continuidad en el cargo.

Para desgracia regional y por mezquinas razones politiqueras, podríamos regresar a una administración departamental de pésima y merecida recordación por el irreparable daño causado al erario público, a la moral y al buen nombre de la sociedad nortesantandereana.  

Con justificada razón escribió ayer el maestro Cicerón Flórez (¿Y el poder para qué?¨): ¨Los ciudadanos, en su ejercicio del derecho a elegir tienen que acertar en la decisión que tomen al votar.  Son muchos los males colectivos que se causan cuando ese acto se ejerce bajo la presión del fraude o del halago de una paga mezquina y deshonrosa, para darle paso a los inescrupulosos que no tienen meta diferente a la del enriquecimiento ilícito y al engaño descarado¨.

Funcionarios públicos del nivel de compromiso, responsabilidad, conocimiento y honestidad como el médico pediatra Juan  Agustín (Atín) Ramírez Montoya son los que los cucuteños necesitamos tener en todas las entidades gubernamentales, para que hagan más eficiente y competitiva nuestra ciudad por su exitosa y ejemplar gestión pública.

Adenda: (1) Conmovedor y merecido homenaje le brindaron los cucuteños al maestro Manuel Alvarado, con motivo de sus exequias en la catedral de San José el miércoles 25.  Hombre respetuoso y amable, buen ciudadano, magnífico músico, compositor y arreglista. Paz en su tumba. (2) Estupenda conferencia dictó en el Hotel Casino el jueves 26 la arquitecta cucuteña María Consuelo Mendoza, sobre el futuro urbanístico de Cúcuta, invitada por la Fundación Cultural El 5 a las 5 que dirige con acierto Patrocinio Ararat.