Una tarea difícil tienen los candidatos a la Alcaldía en cuanto al tema de transporte masivo en la ciudad ya que son muchos los actores legales e ilegales que forman parte de esta actividad y a los que sería bastante complicado poner de acuerdo; este es uno de los retos del nuevo alcalde, quien debería tener una propuesta muy clara, innovadora y de solución, que no sea un fracaso como ha sucedido en varias ciudades de Colombia; debe ser un tema muy concertado y con todo el análisis que quepa y sus proyecciones a futuro para que sea una solución a esta problemática a corto, mediano y largo plazo. 

En días pasados hubo en la ciudad un paro de busetas y taxis con todo el derecho que los asiste, pero yo me pregunto, ¿cuándo haremos un paro para protestar por la calidad del transporte y el buen comportamiento para con los usuarios y los demás conductores de automóviles que transitamos por las diferentes calles de la ciudad?  Quiero aclarar que no son todos, pero sí una gran mayoría los generadores del desorden. Si reclaman derechos creo que deben tener en cuenta los deberes. Como primero, el buen trato y buen servicio al pasajero quien es el que les paga, ofreciendo unos vehículos cómodos, limpios, -¿por qué no con aire acondicionado?- dejando al pasajero en los lugares correctos y seguros; su compromiso  con la ciudadanía, respetando a los demás conductores y no agrediéndolos a diario como el comportamiento de muchos conductores de buses y busetas, que atraviesan esos vehículos, se detienen cada vez que un ciudadano falto de educación solicita su parada y es ahí donde usuario y transporte sin ponerse de acuerdo generan caos y malestar entre los demás conductores.

Un ejemplo del caos y la anarquía que generan una buena cantidad de estos vehículos de servicio público por mencionar uno tantos, es en las inmediaciones del Centro Comercial Ventura Plaza por la diagonal Santander; ahí usted observa claramente las busetas, buses y taxis de manera arbitraria tomarse 2 carriles de esta avenida, además de la incompetencia de la entidad municipal de tránsito y la policía para impartir autoridad, ahí los vimos en días pasados, exigiendo sus derechos, pero jamás recuerdan que también tienen deberes y bastantes. Otro punto similar es el embudo del éxito junto al puente de San Mateo. 

Ahora, los taxistas reclaman sobre la competencia ilegal de los llamados piratas, y no les falta razón, pues en este país y en esta ciudad es más fácil ser ilegal y más cuando la autoridad no sanciona ni hace presencia. También exigen no más a los nuevos cupos de taxis, pues en casi todas las administraciones, este es uno de los mayores atractivos cuando se inicia; ¿por qué será? A pesar de que el mercado está saturado desde hace rato, yo me pregunto por qué se quejan de esto si una gran cantidad de ellos han ingresado en esa forma y muchísimos han conseguido sus cupos a sabiendas de que ya no había cama para tanta gente?  ¿Tendrán los señores taxistas conciencia de sus deberes?, porque eso sí, gente correcta y decente se encuentra entre estos, pero también una mano de groseros y vivarachos que pretenden cobrar lo que se les antoja, amedrentando al usuario quien ante la actitud agresiva del taxista, cede a sus caprichos; además muchos se toman los lugares que se les antoja como paraderos y, cuidado usted se atreve a estacionar ahí. Son demasiados los puntos que se han tomado y sin saber si tienen autorización. 

Muchos de estos autos que prestan el servicio de taxi, son autos viejos, destartalados y sucios, ¿será posible que la autoridad encargada los saque de circulación?  En definitiva, estos deberes más otros que se escapan deben ser tenidos en cuenta en un diseño de solución al transporte masivo para la ciudad y su área metropolitana, acompañado de una intensa campaña de educación ciudadana y de autoridad, para que todos entendamos cuales son los derechos y deberes. Vuelvo y repito, compromiso grande para el nuevo alcalde que elegiremos en octubre y ojalá sea el mejor.