Estamos viviendo uno de los momentos más difíciles de la historia reciente, debido al menoscabo de los indicadores de bienestar de nuestra población. El cierre de la economía impactó la tasa de desempleo, elevándose a 19,8% en el pasado mes de abril, registro que cayó a 14,7% en octubre, pero que todavía está muy por encima de la prepandemia. El choque ha sido heterogéneo en territorios, personas y sectores, ampliando las brechas y afectando principalmente a la población más vulnerable.

En este contexto, los trabajadores informales nos generan preocupación, pues el 47% de los ocupados en las principales ciudades se encuentran en esta condición. Además, la emergencia sanitaria los afectó pronunciadamente, toda vez que el aislamiento preventivo obligatorio paralizó su vida productiva; sumado a ello, su acceso a servicios de salud y bioseguridad es bastante limitado, a pesar de las ayudas gubernamentales.

Para hacerle frente a ello, se requiere de la atención inmediata de los gobiernos nacional y locales, el sector privado y las organizaciones de la economía solidaria, de manera que podamos convertir esta crisis en oportunidad para que los emprendedores de a pie transiten hacia la formalidad.

Cúcuta registra la tasa más alta de informalidad del país (71,5%) y, por eso, la escogimos como pionera entre las 10 ciudades capitales priorizadas para la implementación de proyectos piloto de reactivación de informales. En estas ciudades, de acuerdo con el DANE, hay más de 925.000 micronegocios, de los cuales, con las alcaldías, hemos focalizado 40.000 como beneficiarios de la primera fase de nuestra iniciativa.

Con estos pilotos creamos un ecosistema de servicios específico a cada una de las ciudades y a disposición de los micronegocios focalizados, para enrutarlos hacia la empleabilidad y el emprendimiento. 

Para Cúcuta, construimos una oferta articulando diferentes entidades nacionales: la Corporación Minuto de Dios, alcaldía, gobernación y Cámara de Comercio, para la atención de 5.700 micronegocios, 3.700 vendedores estacionarios del centro, 300 vendedores de plazas de mercado móviles y 1.700 micronegocios, con o sin establecimiento, entre los que se encuentran tiendas de barrio, peluquerías y estéticas, lavanderías, papelerías, talleres de confección y marroquinería.

De la mano del Ministerio de Trabajo, la Unidad de Organizaciones Solidarias (UAEOS) y la alcaldía, crearemos cuatro cooperativas, destacándose el acompañamiento por cuatro años a la transformación en cooperativa de la Asociación de Vendedores Informales de Mercado Libre de Cúcuta, compuesta por 300 micronegocios, que por más de 60 años han vendido productos de plaza diariamente en siete barrios. Las otras tres cooperativas se crearán con vendedores estacionarios del centro de la ciudad, dedicados a la venta de alimentos. El Minuto de Dios ofrecerá acompañamiento a 800 micronegocios, de los cuales 200 serán beneficiados con aportes del Ministerio de Comercio.

Durante el lanzamiento, 710 micronegocios recibirán apoyos de programas como Tiendas para la Gente; Yo me Bancarizo para inclusión financiera y ventas digitales con código QR; el programa de garantías crediticias Norte se Reactiva de la gobernación y Fondo Nacional de Garantías y apoyo en fortalecimiento de sus planes de negocio.

Afrontamos una serie de retos estructurales, como la exclusión y falta de acceso a bienes y servicios básicos por parte de población vulnerable, que la pandemia ha acentuado. Necesitamos actuar unísonamente para mitigar estas problemáticas y sobre todo acompañar la población a la población informal para que transite hacia la formalidad y el mejoramiento de sus condiciones de vida.